Una experiencia inolvidable. Para situarnos primero, en África se forman dermatólogos en dos lugares, uno es en Tanzania, Moshi, en el Regional Dermatology Trainning Center (RDTC), y el otro es en Sudáfrica.
En toda África hay aproximadamente 300 dermatólogos para todo el continente, es una especialidad de reciente desarrollo y dura aproximadamente dos años la formación del residente. En España son cuatro años y la dermatología como especialidad lleva más de un centenario.
Un grupo de dermatólogos españoles estábamos invitados a participar en su congreso anual, 24th RDTC International Annual CME Conference and Graduates Reunion, en representación de la Academia Española de Dermatología, que ha sido la primera sociedad extranjera invitada en la historia de esta reunión. El congreso estaba organizado por el Doctor Mavura, el Profesor Grossmann y el Profesor Masenga, estupendos anfitriones. Pasamos la mayor parte del tiempo con Daudi Mavura, que, con su atención, su organización y su perfecto dominio del castellano nos hizo sentir como en casa.
El programa del congreso duraba tres días y nunca pensé que me iba a entretener tanto. Comenzó con la bienvenida de los organizadores y comenzaron las charlas: cirugía dermatológica, patología de la vulva, retos diagnósticos, foros de residentes, proyectos y estudios en el RDTC, dermatología en otros países africanos, infecciones, infestaciones, retos de tratamiento y sesiones de fotos. Para mí, un continuo aprender cosas nuevas y otros planteamientos.
Terapia fotodinámica para el tratamiento y prevención de cáncer de piel en albinos
Los dermatólogos españoles participamos con charlas que consideramos que podrían aportar algo a los dermatólogos africanos. En mi caso seleccioné un tema en el que me siento cómoda, la Terapia fotodinámica, tratamiento y prevención del cáncer cutáneo sin cirugía.
Este tratamiento tiene especial indicación en pieles claras, y en el RDTC tienen una unidad para tratar a albinos, más frecuentes en África que en el resto de continentes debido a la consanguinidad. Además de estar estigmatizados, perseguidos y considerarse fantasmas o fruto de la brujería, su piel clara les hace desarrollar cáncer frecuente, extenso y precoz.
Las labores en la “Care unit for persons with albinism” están muy bien organizadas, realizan formación, educación, prevención (protector solar, gafas, gorros, ropa) y cirugía. Pensé que mi charla les podía ser útil. Hablé temprano, así que luego me pude sentar a disfrutar.
Grandes profesionales con pocos medios
Me sorprendió la patología a la que se enfrentan, muy diferente a la nuestra, sí, no sabía lo que eran muchas dermatosis que presentaban. También eran más severas, quizá se juntaba el retraso en la solicitud de atención al médico, o esa fue mi sensación. Me despertaron especial interés los estudios de investigación llevados a cabo en el RDTC y los casos clínicos presentados por los residentes.
Tenían toda la calidad, la intención y el planteamiento correcto, sin embargo, a diferencia de ¨los nuestros”, muchas veces se quedaban abiertos, es decir, no sabían que había tenido el paciente ya que carecen de pruebas avanzadas, básicas aquí, como el estudio de la biopsia o el cultivo de microorganismos. Tampoco disponen de muchos tratamientos, ¿os imagináis diagnosticar y tratar patología compleja así? Pues en mi opinión lo hacen con mucha profesionalidad.
Mordeduras de serpientes
En la charla de mordeduras de serpientes aprendí que hay dos antídotos, disponibles en Sudáfrica y en México, y que algunas son mortales en 1-2 horas, por lo que no sé quién llega a recibirlo. La primera opción de tratamiento que planteaban era decirle al paciente (“al mordido”) que estuviera tranquilo, dadas las opciones de tratamiento, me pareció razonable. También que lo del torniquete y chupar el veneno es un mito, dijeron que mejor uno muerto que dos.
Conocí a la Mamba negra, que es la serpiente que más muertes por mordedura de serpiente causa en África, ya que además de su veneno es agresiva si la molestas. Procuraba mirar al suelo cuando andaba desde entonces, aunque es bastante grande y mide dos metros, supongo que se la ve fácil.
Me sentí tremendamente feliz en mi estancia, fueron muy hospitalarios, respetuosos, educados y fue un placer intercambiar mi tiempo y lo poco que sé con los dermatólogos de África. La comida estaba deliciosa, riquísima, otro punto a favor. Son muy tranquilos, pacíficos, es como si el tiempo se palpara y pasase más despacio. Les agradezco mucho la invitación y si me admiten, espero volver, me han enganchado.
Asante Sana