Después de tantos años de ir de médico en médico, no dejo de sorprenderme cuando, ya casi sin esperanza y por casualidad, di con la doctora Monserrat y cómo con su amplia sonrisa me dijo: «adelante, vamos a intentarlo, verás cómo acabamos con esas manchas de vitíligo!!

Me contagió esa sonrisa y su positividad, que contrastaba con mi cansancio y escepticismo por tantos intentos fallidos y tantos peregrinajes médicos; la verdad es que fue un acto de fe, y pensé de repente por sus palabras que ésta vez podía ir bien, y fue muuyy bien, milagrosamente bien y rápido, por lo que yo misma adopté esa energía que me transmitió al verla.

Recuerdo perfectamente cómo me dijo en la segunda vez que nos vimos: «esa ilusión que tienes influye, si piensas que te curas, eso influye, sigue así»… y a partir de aquí creo que mis células y mis pequeñas y grandes manchas se pusieron en funcionamiento y vaya cómo!!

Cada vez que voy a la consulta, le digo: «miraaa Montserrat!! Y mira ésta y ésta!! Y así hasta la última, que son muchas. Y le enseño una por una todas mis manchas coloreadas, que ante mi asombro se van atenuando y algunas ya borrando.

Muchísimas gracias Montserrat, gracias por tu sonrisa y por esa ilusión que transmites.

Ahora no me tengo que tapar u ocultar con cremas las manchas al salir a la calle, y eso me hace sentir más segura. Y sé que si salieran más, estarás ahí para decirme » vengaa. Que éstas se van a borrar como las anteriores»!! …Y estoy convencida que así sería. Gracias!!!

Un cariñoso abrazo.