TRATAMIENTO DEL CARCINOMA O EPITELIOMA BASOCELULAR
DRA. MONTSERRAT FERNÁNDEZ GUARINO | DERMATÓLOGA
Cura y Prevención del Carcinoma Basocelular: Consejos Útiles
Introducción
El carcinoma basocelular, también conocido como epitelioma basocelular, es el tipo de tumor más común en la raza humana. Su denominación deriva de la semejanza que presentan sus células con las células basales de la epidermis, aunque en realidad es un tumor de origen queratinocítico.
Este tipo de carcinoma comparte muchas características con las células anexiales de la epidermis. Se trata de una lesión que, de no recibir tratamiento, puede crecer de manera indefinida. Por esta razón, a menudo utilizamos el término «epitelioma», ya que proviene del epitelio, aunque no tiene las mismas implicaciones que el término «carcinoma» para el paciente.
Es crucial destacar este punto, ya que la mención de «carcinoma» puede generar preocupación en los pacientes. No obstante, más adelante veremos que este tumor tiene un pronóstico muy favorable.
Para el diagnóstico preciso del carcinoma basocelular, es fundamental consultar a un dermatólogo, ya que un tratamiento temprano suele ser más sencillo y efectivo.
En términos de prevención, la protección solar juega un papel muy importante, así como someterse a revisiones regulares con un dermatólogo para detectar lesiones incipientes en un proceso conocido como screening.
Imagen de un epitelioma basocelular nodular de debut clásico, en forma de pápula de color piel, bordes bien delimitados y sobreelevados, con aspecto perlado y ulceración central. La presencia de vasos arboriformes es muy sugerente de epitelioma basocelular.
El carcinoma basocelular es un tumor que se origina a partir de las células basales de la epidermis y sus estructuras anexas, mostrando una notable similitud con estas células.
Se presenta en distintas formas: los carcinomas basocelulares nodulares se manifiestan como nódulos o protuberancias en la piel, mientras que los carcinomas basocelulares superficiales se presentan como lesiones planas sobre la piel. Además, existen formas menos comunes y más agresivas, como el carcinoma basocelular esclerodérmico, fómico o infiltrativo, que penetran en la dermis formando extensiones o lengüetas. Asimismo, algunos carcinomas basocelulares pueden mostrar pigmentación debido a la presencia de melanina o depósitos de hierro por sangrados.
Este tipo de carcinoma es el más frecuente en la raza humana, especialmente en personas de piel clara. Aparece con mayor frecuencia después de los 40 o 50 años, aunque ocasionalmente se puede encontrar en individuos más jóvenes con piel clara. La exposición solar es el principal factor de riesgo, siendo excepcional en la raza negra y estando demostrada su relación con la piel clara. Además, se ha observado cierta predisposición genética y la existencia de síndromes hereditarios poco comunes asociados con el carcinoma basocelular.
A pesar de su alta prevalencia, la incidencia real del carcinoma basocelular sigue siendo poco conocida debido a su frecuencia elevada. Su diagnóstico y tratamiento tempranos son fundamentales, ya que, aunque rara vez metastatiza, puede ser localmente destructivo si no se trata adecuadamente.
¿Qué es un carcinoma basocelular?
El carcinoma basocelular es un tumor que se origina a partir de las células basales de la epidermis y sus estructuras anexas, mostrando una notable similitud con estas células.
Se presenta en distintas formas: los carcinomas basocelulares nodulares se manifiestan como nódulos o protuberancias en la piel, mientras que los carcinomas basocelulares superficiales se presentan como lesiones planas sobre la piel. Además, existen formas menos comunes y más agresivas, como el carcinoma basocelular esclerodérmico, fómico o infiltrativo, que penetran en la dermis formando extensiones o lengüetas. Asimismo, algunos carcinomas basocelulares pueden mostrar pigmentación debido a la presencia de melanina o depósitos de hierro por sangrados.
Este tipo de carcinoma es el más frecuente en la raza humana, especialmente en personas de piel clara. Aparece con mayor frecuencia después de los 40 o 50 años, aunque ocasionalmente se puede encontrar en individuos más jóvenes con piel clara. La exposición solar es el principal factor de riesgo, siendo excepcional en la raza negra y estando demostrada su relación con la piel clara. Además, se ha observado cierta predisposición genética y la existencia de síndromes hereditarios, como el síndrome de Gorlin, poco comunes asociados con el carcinoma basocelular.
A pesar de su alta prevalencia, la incidencia real del carcinoma basocelular sigue siendo poco conocida debido a su frecuencia elevada. En algunas poblaciones se llega a estimar en hasta el 5-20% a lo largo de la vida. Cuando un paciente ha tenido un carcinoma o epitelioma basocelular es más frecuente que tenga un segundo.
Su diagnóstico y tratamiento tempranos son fundamentales, ya que, aunque rara vez metastatiza, puede ser localmente destructivo si no se trata adecuadamente.
Imagen de un carcinoma basocelular superficial, que se caracteriza por la presencia de pápulas que no curan, de aspecto eritematoso y bordes bien delimitados, sobreelevados y de aspecto perlado. El epitelioma basocelular superficial puede pasar más desapercibido y retrasarse el diagnóstico.
Tipos de carcinoma basocelular
El carcinoma basocelular se presenta en una amplia gama de subtipos histológicos, que pueden llegar a superar los 25. Sin embargo, desde la perspectiva dermatológica, se clasifican principalmente en cuatro tipos fundamentales, cada uno con características anatomopatológicas específicas.
-El carcinoma basocelular nodular, también conocido como «ulcus rodens»: es el más común. Suele manifestarse como una pápula o placa con bordes elevados y un área central ulcerada. Este tipo tiende a aparecer en áreas fotoexpuestas, especialmente en las zonas de unión embrionaria de la cara.
-El segundo tipo más frecuente es el carcinoma basocelular superficial, que se origina de las mismas células que el nodular. Se caracteriza por su apariencia plana, limitada a la piel o ligeramente por encima de ella. A pesar de su naturaleza superficial, conserva los bordes elevados que son distintivos del carcinoma basocelular.
-El tercer tipo es el carcinoma basocelular morfeiforme, que presenta una placa brillante con bordes mal definidos. Su apariencia clínica es notablemente diferente, lo que a veces puede retrasar su diagnóstico. Otra variante menos común es el carcinoma basocelular infiltrativo, que se caracteriza por formar lengüetas que se introducen en los tejidos más profundos de la piel. Esto dificulta tanto su diagnóstico, al no manifestarse en las capas superficiales, como su extirpación, ya que sus límites no coinciden con lo observado clínicamente.
-Estos tipos de carcinoma basocelular también pueden presentar variantes pigmentadas, adquiriendo tonos marrones o incluso negruzcos debido a la captación de melanina o a depósitos de hemosiderina por sangrados. Asimismo, pueden ser hiperqueratósicos, desarrollando lesiones costrosas en la superficie, lo que a veces complica el diagnóstico diferencial con un carcinoma epidermoide.
Imagen característica de un epitelioma basocelular nodular en forma de «ulcus rodens», con un borde perlado sobreelevado y ulceración con costra central
Síntomas y diagnóstico del epitelioma o carcinoma basocelular
Signos y Sintomas del Carcinoma Basocelular
La aparición de un carcinoma basocelular puede presentar signos y síntomas sutiles al principio. Por lo general, los pacientes consultan debido a la presencia de una lesión nueva, como una pápula de color similar al de la piel que persiste y no cicatriza. En ocasiones, el paciente puede notar sangrado o un crecimiento progresivo de la lesión.
Al realizar la exploración clínica, los dermatólogos observamos características típicas del epitelioma basocelular, que deben diferenciarse de lesiones similares en ciertas ubicaciones o subtipos de este carcinoma. Entre estas lesiones que pueden parecerse se encuentran la queratosis actínica, el carcinoma epidermoide, la enfermedad de Bowen y otros tumores anexiales.
La sintomatología inicial puede ser leve o incluso pasar desapercibida, lo que a veces retrasa el diagnóstico. Estos carcinomas son más comunes en áreas expuestas al sol, aunque pueden presentarse en otras zonas del cuerpo.
El carcinoma basocelular se encuentra con mayor frecuencia en la cara, el cuello, la espalda, las manos y las piernas. Aunque es más común en personas de piel clara se puede apreciar también en fototipos oscuros, también puede ocurrir en individuos con antecedentes familiares de cáncer de piel no melanoma. Es importante destacar que los pacientes que han tenido previamente un carcinoma basocelular requieren seguimientos periódicos debido al riesgo aumentado de presentar un segundo episodio.
Imagen típica de un carcinoma basocelular nodular en la nariz con su imagen dermatoscópica
Métodos Diagnóstico de Carcinoma Basocelular
El diagnóstico del carcinoma basocelular comienza con la sospecha clínica por parte del dermatólogo. En las últimas dos décadas, ha surgido y evolucionado la técnica de la dermatoscopia, que implica la exploración utilizando lupas especiales, una herramienta a la que los dermatólogos se van entrenando a lo largo de su práctica.
En la dermatoscopia, el carcinoma basocelular muestra hallazgos característicos. Se observan vasos arboriformes que son muy distintivos. Además, se identifican pigmentos específicos, como nidos ovoides azules o grisáceos y múltiples glóbulos azules. Una estructura que destaca es la denominada «hoja de arce y rueda de carro», una descripción poética que refleja una formación particular y altamente específica del carcinoma basocelular cuando se examina con dermatoscopio. Estos elementos visibles en la dermatoscopia son cruciales para el diagnóstico preciso de este tipo de cáncer de piel.
Para obtener un diagnóstico definitivo del carcinoma basocelular, es necesario realizar una biopsia cutánea. Esta técnica implica la extracción de una muestra de la lesión, que luego se somete a un procesamiento anatomopatológico, generalmente con la prueba de hematoxilina-eosina. Esta prueba, siendo una de las más simples para el análisis de biopsias de piel, permite un diagnóstico preciso al revelar los rasgos distintivos del carcinoma basocelular, como los nidos azules que contrastan con la piel circundante.
Por lo general, no se requieren pruebas inmunohistoquímicas avanzadas para confirmar el diagnóstico. La biopsia no solo proporciona información diagnóstica, sino que también permite evaluar la forma en que el carcinoma basocelular crece y su profundidad en la piel. Esta información es crucial para determinar el enfoque de tratamiento más adecuado.
Los carcinomas basocelulares superficiales pueden ser tratados con métodos no quirúrgicos, mientras que para los nodulares y otros tipos, generalmente se requieren técnicas quirúrgicas como primera opción de tratamiento. La profundidad y extensión del carcinoma son factores determinantes en la planificación del enfoque terapéutico.
Como dermatóloga especializada en terapia fotodinámica y tratamiento no quirúrgico del cáncer de piel, empleo la terapia fotodinámica para abordar ciertos tipos de carcinomas basocelulares. Esta técnica no solo sirve como tratamiento, sino que también se utiliza en un método diagnóstico conocido como diagnóstico por fluorescencia.
El diagnóstico por fluorescencia evita la necesidad de realizar biopsias cutáneas. Consiste en la aplicación de un fotosensibilizante que se absorbe selectivamente por las células tumorales. Posteriormente, bajo una luz específica, este fotosensibilizante produce una fluorescencia que delimita claramente el tumor, identifica su tipo y, lo más importante, permite su tratamiento directo con una fuente de luz adecuada.
Este método diagnóstico, ampliamente utilizado por dermatólogos expertos en el tratamiento no quirúrgico del carcinoma basocelular, es altamente eficaz. Además de ser mínimamente invasivo, tiene un costo mínimo o nulo tanto para el paciente como para el dermatólogo.
La terapia fotodinámica y el diagnóstico por fluorescencia han sido herramientas confiables y efectivas en mi práctica, permitiéndome tratar y diagnosticar el carcinoma basocelular de manera precisa y menos invasiva.
Imagen de un carcinoma basocelular pigmentado con su imagen dermatoscopio en la que se aprecian los nidos ovoides de pigmento
Diagnóstico sin biopsia del carcinoma basocelular: en este caso muestra la imagen de un diagnóstico de florescencia mediante la aplicación de fotosensibles antes de un carcinoma basocelular, no siempre es necesario biopsia y no siempre se puede hacer este método. Lo mejor es que consulte con un Dermatologo experto en terapia fotodinámica.
Cirugía del carcinoma basocelular: Procedimiento y Recuperación
Aunque la cirugía sigue siendo el tratamiento principal para el carcinoma basocelular, existen numerosos enfoques innovadores que permiten la eliminación del tumor sin necesidad de recurrir a la cirugía.
Sin embargo, la cirugía sigue siendo el «estándar de oro» para variantes agresivas como el estilo morfeiforme, el infiltrativo y ciertas formas nodulares, aunque en algunos casos de carcinoma nodular, dependiendo de la ubicación, se puede considerar un tratamiento no quirúrgico.
El procedimiento quirúrgico típico del carcinoma basocelular implica la administración de anestesia local en la lesión. Luego, se extirpa la lesión con márgenes adecuados, generalmente de aproximadamente tres a cinco milímetros, para permitir la sutura de la herida. La extirpación alcanza la dermis profunda para asegurar la eliminación completa del tumor.
Tras la cirugía, se coloca un apósito sobre la herida, y los puntos se retiran después de un período que varía de 7 a 15 días, según el tipo de sutura y la ubicación. El cuidado posterior de la herida será prescrito por el dermatólogo o cirujano del carcinoma basocelular. Generalmente, se recomienda mantener el apósito durante 24 a 48 horas, limpiar cuidadosamente los puntos con agua y jabón, aplicar un antiséptico como clorhexidina o Betadine, y luego volver a cubrir la herida. Ocasionalmente, se permite dejar la herida al aire, pero es esencial mantenerla seca y sin acumulación de secreciones o costras en los puntos. Además, se debe proteger del sol.
Después de retirar los puntos, se recomienda mantener una protección solar adecuada, no solo como precaución por haber tenido un cáncer de piel, sino también para el cuidado de la cicatrización. Se pueden utilizar parches de silicona para reducir las cicatrices junto con cremas reparadoras que contienen aceites vegetales como la rosa mosqueta, el centella asiática, con o sin protección solar, para mejorar el resultado estético. Los sticks o barras de protección solar son útiles para actividades al aire libre, brindando protección adicional.
Te dejo el enlace al texto sobre el cuidado de las cicatrices de una cirugía
Carcinoma Basocelular Benigno: Menos agresivo pero importante
El ‘Tumor Benigno’ que No lo Es: Comprendiendo el Carcinoma Basocelular»
En la práctica dermatológica, a menudo nos enfrentamos a una confusión común al diagnosticar a un paciente con un carcinoma, específicamente el epitelioma basocelular. A pesar de su denominación, este tipo de tumor no es benigno, pero su comportamiento clínico es particularmente distinto de otros cánceres más agresivos.
Cuando comunicamos a un paciente un diagnóstico de carcinoma, suele generar preocupación y ansiedad. Sin embargo, es importante destacar que el carcinoma basocelular tiene una baja capacidad para metastatizar y, por lo general, la extirpación quirúrgica o el tratamiento con terapias no quirúrgicas suele ser curativa en la mayoría de los casos.
Es por esta razón que en ocasiones utilizamos el término «epitelioma», que suele carecer de connotaciones alarmantes, aunque estrictamente sea un tipo de carcinoma. Es crucial comprender que el epitelioma es una lesión que continúa creciendo, lo cual nos indica que es un tumor y que nuestra piel ha sufrido daños por radiación ultravioleta y que es fundamental protegernos adecuadamente para prevenir la aparición de nuevos carcinomas.
Es cierto que los carcinomas basocelulares varían en su grado de complejidad según su ubicación. Algunos son sencillos de tratar, mientras que otros, especialmente en áreas faciales delicadas, pueden resultar en desfiguraciones notables tras la cirugía.
A pesar de tener un diagnóstico, tratamiento y pronóstico diferente a otros tipos de cánceres más agresivos, el carcinoma basocelular merece nuestra atención y consideración. Aunque sea el tipo de tumor más común, su impacto en la morbilidad y mortalidad, calculado en relación con la población general, puede ser significativo, lo que subraya la importancia de su detección temprana y tratamiento oportuno.
Prevención del Carcinoma Basocelular: Factores de Riesgo y Medidas Preventivas
La mejor forma de prevenir la aparición del carcinoma basocelular es evitar la exposición a la luz ultravioleta. Las campañas de prevención han demostrado reducir significativamente la incidencia de este tipo de tumor, así como del carcinoma epidermoide. Estas medidas preventivas no solo son efectivas, sino que resultan fundamentales para la salud de la piel.
Un aspecto interesante a considerar es que los protectores solares, si bien protegen la piel, se ha observado que pueden disminuir los niveles de vitamina D, la cual tiene un papel importante en la prevención de cánceres cutáneos. Por ello, se recomienda un equilibrio adecuado entre protección solar y niveles adecuados de vitamina D.
Además, se han realizado estudios sobre la nicotinamida, un compuesto oral que, tomado en dosis de 500 mg dos veces al día, ha mostrado reducir la incidencia no solo de queratosis actínicas, sino también de carcinoma epidermoide y otros tipos de cáncer no melanoma, incluyendo el carcinoma basocelular. Su aplicación tópica también ha demostrado disminuir la incidencia de carcinomas.
Las revisiones periódicas y la concienciación en la población general han demostrado ser eficaces para reducir el cáncer de piel. Estas prácticas son valiosas, ya que son no invasivas y ofrecen una medida interesante para la población en general.
En caso de dudas sobre la aparición de una lesión cutánea nueva o desconocida, siempre es recomendable acudir al dermatólogo. La detección temprana y la orientación profesional son fundamentales para la prevención y el tratamiento exitoso del carcinoma basocelular y otros cánceres de piel.
Conoce los protectores solares e interpretalos con mentalidad crítica
Cómo se Cura el Carcinoma Basocelular: Enfoques Innovadores
«Alternativas a la Cirugía Estándar: Opciones de Tratamiento del Carcinoma Basocelular»
Más allá de los enfoques quirúrgicos convencionales como la extirpación estándar o la cirugía de Mohs, indicada en casos de carcinomas basocelulares agresivos, existen otras opciones de tratamiento para este tipo de cáncer de piel.
-Curetaje con electrocoagulación:
Una de estas variantes es el curetaje con electrocoaglulacíon, una técnica frecuentemente utilizada en dermatología con tasas de curación que alcanzan hasta el 97-98% cuando se eligen cuidadosamente las lesiones.
En manos de un dermatólogo experto en carcinoma basocelular, la diferenciación entre el tejido afectado por el carcinoma y el tejido sano es clara. La electrocoagulación puede ser altamente eficaz, rápida y especialmente indicada en pacientes vulnerables, de edad avanzada o aquellos que prefieran evitar una intervención quirúrgica.
-Criocirugía con crioterapia:
Otra alternativa quirúrgica es la criocirugía, que, de nuevo en manos de dermatólogos expertos, puede lograr tasas de curación muy altas, incluso del 100%. Este método implica el uso de crioterapia, aplicando ciclos de al menos 30 segundos para congelar el tejido con un margen de unos 2 mm. Se recomienda alcanzar dos minutos, especialmente en formas nodulares. La criocirugía es una opción clásica utilizada por dermatólogos que brinda una solución rápida e inmediata, particularmente para pacientes que desean evitar la cirugía. Su aplicación simple, efectivo, económico y directa en la consulta es una ventaja notable.
Es importante realizar un seguimiento continuo del paciente tras estos procedimientos, ya que al no obtener resultados inmediatos de extirpación completa, es esencial realizar un seguimiento cuidadoso durante al menos cuatro años para asegurar la efectividad del tratamiento.
En la Clínica de Dermatología Avanzada Madriderma disponemos de todas las opciones de tratamiento no quirúrgico del carcinoma basocelular
Tratamiento del carcinoma basocelular sin cirugía
– Tratamientos No Quirúrgicos Alternativos para el Carcinoma Basocelular:
– La radioterapia es un tratamiento clásico altamente efectivo para el carcinoma basocelular.
Es especialmente útil en lesiones grandes o en pacientes mayores que no son candidatos para la cirugía debido a condiciones de salud subyacentes o demencia. Este método ofrece tasas de curación muy elevadas, llegando al 100%, pero requiere múltiples sesiones diarias y desplazamientos al hospital, lo cual puede ser complicado para algunos pacientes vulnerables.
-La terapia fotodinámica es mi área de especialización, respaldada por una tesis doctoral y más de 100 publicaciones científicas.
Posiblemente no sea objetiva cuando hablo de esta terapia que me apasiona. Consiste en aplicar un fotosensibilizante que se absorbe selectivamente por el carcinoma y luego tratarlo con una fuente de luz específica. En manos de un dermatólogo experto, este tratamiento puede lograr tasas de curación del 100% sin necesidad de cirugía. Sin embargo, es esencial confiar en el criterio del dermatólogo experto, ya que existen ciertos tipos de carcinomas que no son candidatos para este tratamiento y deben ser derivados a cirugía. Si buscas tratamiento con terapia fotodinámica, es recomendable acudir a un dermatólogo especializado en este método.
– Una tercera alternativa es el uso de láseres con propiedades destructivas.
Sin embargo, existen pocos estudios sobre este enfoque, similar a la electrocoagulación mencionada anteriormente. El procedimiento sería similar, pero utilizando un láser ablativo como el CO2 o el láser de erbio. Aún se requieren más investigaciones para comprender mejor las ventajas de los láseres frente a la electrocoagulación en el tratamiento del carcinoma basocelular.
-Tratamiento Médico del Carcinoma Basocelular
-El carcinoma basocelular puede ser tratado con medicamentos en crema prescritas por un dermatólogo experto.
Una de las más utilizadas es una crema inmunomoduladora que incrementa el interferón alfa en el tumor mediante un receptor llamado Toll receptor 7, potenciando la respuesta inmune para que las células del cuerpo ataquen y destruyan el tumor. Este tratamiento resulta efectivo, generando una costra en el área afectada y, finalmente, la destrucción del tumor. Las tasas de curación alcanzan hasta el 70%, especialmente en carcinomas basocelulares superficiales. No obstante, es crucial consultar con su dermatólogo para obtener orientación específica.
La aplicación de esta crema debe realizarse todas las noches y mantenerse durante aproximadamente cuatro a seis semanas para lograr resultados óptimos.
– Otra opción médica es el tratamiento intralesional, que consiste en inyectar directamente el carcinoma basocelular con medicamentos, principalmente utilizando vías de interferón o quimioterápica para la destrucción del tumor.
También se pueden realizar inyecciones con quimioterapia tópica, aunque en la experiencia clínica, los resultados suelen ser más efectivos en el carcinoma epidermoide que en el carcinoma basocelular.
Esta alternativa terapéutica, elegida para ciertos pacientes, presenta tasas de curación de hasta el 95%
-Tratamiento del carcinomas basocelulares metastásicos.
En situaciones extremadamente raras, donde el tumor se ha propagado, se recurre a tratamientos clásicos de quimioterapia empleados para otros tipos de cánceres, como los inhibidores del FR (Factor de Crecimiento) o de la vía del erizo (Hedgehog pathway), además de reducir el tumor primario en la medida de lo posible. Estos enfoques terapéuticos se utilizan específicamente en casos infrecuentes de carcinoma basocelular metastásico.
Testimonios y Experiencias Personales
Quizá el personaje más reciente que ha hecho famoso lo que has padecer un carcinoma basocelular ha sido el actor Hugh Jackman, que ha hecho pública la necesidad de la red intervención de un carcinoma basocelular recurrente en la nariz
Aquí os dejo experiencias personales de mis pacientes a los que agradezco la participación en esta página
«Mi Experiencia Personal con el Carcinoma Basocelular: Un Diagnóstico Inesperado»
Mi historia con el carcinoma basocelular comenzó de manera inusual. Una pequeña lesión en mi labio que parecía no curarse despertó mi preocupación. En un primer momento, no le di mucha importancia, pero con el tiempo, la lesión persistió y decidí buscar ayuda médica.
Visité a un dermatólogo, quien inicialmente prescribió una crema para tratar la lesión, con la esperanza de que mejorara. Desafortunadamente, el tratamiento no tuvo el efecto deseado, lo que llevó al dermatólogo a considerar otras opciones.
Finalmente, se optó por realizar una biopsia para obtener un diagnóstico preciso. Fue un momento de sorpresa e inquietud cuando el resultado reveló que se trataba de un carcinoma basocelular.
A los 26 años, este tipo de diagnóstico no era común para mi edad, lo que provocó un retraso en la identificación y tratamiento de la afección. Sin embargo, con el diagnóstico claro, el equipo médico decidió llevar a cabo una cirugía de Mohs, una técnica quirúrgica especializada que busca extirpar el tumor con la menor cantidad de tejido sano posible.
A pesar de la preocupación inicial, el procedimiento resultó exitoso. Afortunadamente, la intervención no causó una deformidad significativa en mi labio, aunque quedó una cicatriz como testimonio de esta experiencia.
Hoy en día, valoro la importancia de la detección temprana y la atención médica especializada en casos como el mío. La conciencia sobre la piel y la pronta búsqueda de ayuda profesional son fundamentales para abordar afecciones como el carcinoma basocelular, incluso en situaciones poco comunes o a edades inesperadas.
«Mi Experiencia con el Epitelioma Basocelular Múltiple: Una Situación Singular»
Soy Pablo y tengo 60 años. Mi historia con el epitelioma basocelular tiene sus particularidades. A pesar de no haber sido diagnosticado con ningún síndrome asociado a esta afección, tengo varios tumores, especialmente en la espalda, el cuello y los brazos.
Mi piel es clara y aunque no he tenido una exposición excesiva al sol, mi dermatóloga sugiere la posibilidad de una predisposición familiar no diagnosticada. Dada la cantidad de tumores, se ha optado por una terapia específica: la terapia fotodinámica.
Este tratamiento se lleva a cabo en la consulta. Consiste en la aplicación de una crema seguida por una exposición a la luz. Esto resulta en la formación de una costra y la curación del tumor. A veces, se requieren sesiones repetidas y periódicamente visito a mi dermatóloga para seguimiento.
En mi caso, considero que la terapia fotodinámica es la mejor solución, ya que evita cicatrices por todo el cuerpo y aborda la presencia de múltiples tumores. Aunque esta situación es algo singular, agradezco el enfoque personalizado que ha permitido manejar esta condición de manera efectiva.
«Mi Lucha contra el Epitelioma Basocelular: Superando Desafíos con Terapias No Quirúrgicas»
Mi nombre es Carlos y tengo 50 años. Desde una edad temprana, he enfrentado una batalla contra un tumor tratado con quimioterapia y radioterapia. A pesar de haber superado aquel desafío, las secuelas en mi piel han sido evidentes, manifestándose en múltiples tumores de epitelioma basocelular en varias zonas.
Dada la extensión y la impracticabilidad de someter toda la piel a intervenciones quirúrgicas, mi enfoque de tratamiento ha sido diferente. Me ha sido recomendada la terapia fotodinámica y otros tratamientos médicos en crema, bajo la supervisión y prescripción de mi dermatóloga especializada en el tratamiento del carcinoma basocelular en Madrid.
Considero a mi dermatóloga como una pieza fundamental en mi historia. Su experiencia y conocimiento me han permitido evitar más de 20 operaciones, ofreciéndome alternativas eficaces y menos invasivas.
El seguimiento periódico con ella se ha convertido en una parte crucial de mi vida. Estas visitas regulares no solo sirven para prevenir nuevos carcinomas, sino también para detectar y tratar de forma temprana aquellos que puedan aparecer, todo ello sin la necesidad de recurrir a intervenciones quirúrgicas.
A pesar de los desafíos, estoy agradecido por contar con un equipo médico comprometido y con enfoques innovadores que me permiten abordar mi situación de manera efectiva y menos invasiva.
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Recuerda que cada caso es único y es importante buscar asesoramiento médico específico para encontrar el tratamiento más adecuado para ti.
Conclusiones
El carcinoma basocelular, a menudo denominado epitelioma basocelular para desdramatizar su nombre, es, de lejos, el tumor más frecuente en la dermatología de todo el mundo. Su presentación es increíblemente variada, desde formas más agresivas que requieren cirugía hasta otras que pueden manejarse mediante tratamientos como la terapia fotodinámica, la electrocoagulación y otros tratamientos médicos en cremas.
A pesar de la variedad de formas que puede adoptar, el mayor daño que causa este tipo de tumor no reside tanto en su naturaleza, sino en su alta frecuencia. Por ello, la clave radica en las medidas preventivas y en el diagnóstico temprano. Ante la aparición de cualquier lesión nueva, es crucial acudir a un dermatólogo para una evaluación detallada.
Abordar los desafíos planteados por el carcinoma basocelular implica desarrollar constantemente nuevas terapias que permitan enfoques menos invasivos en el tratamiento. El objetivo es claro: reducir el impacto de este tumor tan prevalente en la salud de la población, al tiempo que se optimizan los métodos de tratamiento disponibles.
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Recuerda que la detección temprana y el seguimiento médico son fundamentales para abordar cualquier inquietud relacionada con la piel y el cáncer cutáneo.
Nota de la A: El contenido integro de esta página y sus imágenes han sido creadas por la Dra Fernández-Guarino, dermatóloga y Profesora Acreditada de Medicina. Han sido actualizadas en Diciembre del 2023
Preguntas Frecuentes sobre el Carcinoma Basocelular
¿Cómo es de grave un carcinoma o epitelioma basocelular?
Por lo deducido en todo el texto expuesto anteriormente, se puede inferir que el carcinoma basocelular no es un tumor grave.
Solo tiene agresividad local, por esto hay que extirparlo o destruirlo para que no siga creciend
Por tanto su gravedad depende mucho de la localización, de las estructuras que comprometa, especialmente si está en la cara donde puede producir además desfiguració
Más allá de esto no es capaz de diseminarse a distancia.
¿Qué diferencia hay entre un carcinoma basocelular y un melanoma?
Básicamente, no tiene nada que ver, en la dermatología, dividimos los cánceres de piel en cáncer, de piel, no melanoma, y cáncer de piel melanoma para distinguir dos grupos radicalmente diferentes.
El melanoma deriva de los melanocitos, que es el la célula encargada de producir la melanina en la piel, mientras que el carcinoma basocelular deriva del queratinocito que es la célula encargada de producir el soporte de la piel en concreto de las células basales de la epidermis por eso se llama carcinoma basocelular.
Su pronóstico y manejo es también diferente, ya que en el carcinoma vaso celular se permiten terapias locales, mientras que en el melanoma se debe extirpar completamente el tumor.
¿Cuánto se tarda en extirpar un carcinoma basocelular?
Depende mucho del tipo de carcinoma de su localización, cuando el carcinoma basocelular es sencillo, de un tamaño pequeño, por ejemplo de 1 cm y localizado en el tronco la extirpación puede durar apenas 15 minutos.
En la cara la extirpación debe ser más cautelosa y durara más tiempo.
En algún tipo de carcinoma que requiere cirugía controlada del microscopio. La separación puede durar horass.
¿Cómo crece de rápido un carcinoma basocelular?
El carcinoma basocelular es un tumor de crecimiento lento, no es urgente su extirpación.
Se calcula en unos milímetros a lo largo de meses
Es por esto que puede pasar desapercibido en muchos pacientes, puesto que no es un tumor de crecimiento agresivos
Referencias y lecturas recomendadas sobre el epitelioma basocelular
La Dra. Fernández Guarino y su equpo de dermatólogos es especialista en el tratamiento del carcinoma espinocelular en su Clínica de Dermatología Avanzada de Madrid. Ejerce como dermatóloga privada en su clínica de Madrid, así como consulta online y asistencia a domicilio. Dentro de la Sanidad pública trabaja en el Hospital Ramón y Cajal.
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