Madriderma - Dra. Fernández Guarino
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Conoce los beneficios de la luz roja en la piel por la Dra Fernández-Guarino, dermatóloga y directora del Grupo de Investigación en Fotobiología y Fuentes de luz de la Universidad Alfonso X El Sabio

La piel y la luz: una relación más profunda de lo que parece

La piel no es solo una barrera física frente al exterior. Es un órgano vivo, complejo, con una gran capacidad de respuesta a múltiples estímulos. Entre ellos, la luz desempeña un papel crucial. Sabemos que la luz solar tiene efectos evidentes sobre la piel: nos broncea, nos quema, nos envejece… pero también puede mejorar ciertas enfermedades dermatológicas.

Una observación frecuente en consulta es que muchos pacientes con acné, psoriasis o dermatitis atópica refieren una notable mejoría durante los meses de verano. Este fenómeno se ha atribuido clásicamente al mar, el descanso o la menor exposición al estrés, pero hay algo más: el aumento de exposición a la luz natural, que tiene efectos biológicos directos sobre la piel.

El espectro electromagnético y los colores de la luz

Para comprender por qué ciertos tipos de luz afectan a la piel, conviene repasar brevemente qué es el espectro electromagnético. La luz visible es solo una pequeña parte de este espectro, que va desde las ondas de radio hasta los rayos gamma.

La luz visible se sitúa aproximadamente entre los 400 y 750 nanómetros, y abarca los colores que vemos en el arco iris: violeta, azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Por debajo del violeta se encuentra la radiación ultravioleta (UV), y por encima del rojo, la luz infrarroja.

Cada una de estas longitudes de onda penetra en la piel a distintas profundidades y desencadena respuestas celulares diferentes. Y esto es esencial para entender el uso terapéutico de la luz roja en dermatología.

Radiación ultravioleta: la cara conocida de la fototerapia

La radiación ultravioleta es probablemente la luz más conocida por sus efectos en la piel. Puede causar daño celular, fotoenvejecimiento e incluso cáncer cutáneo. Sin embargo, en contextos médicos y bajo control, se utiliza como tratamiento eficaz para diversas dermatosis.

Esto se conoce como fototerapia ultravioleta, que incluye modalidades como UVB de banda estrecha o la combinación de PUVA (psoraleno + UVA). Se emplea especialmente en enfermedades como la psoriasis, el vitíligo o ciertos eccemas crónicos.

¿Qué es realmente la fototerapia?

El término “fototerapia” se suele asociar con las lámparas de UVB, pero en realidad tiene un significado más amplio. Hace referencia al uso de fuentes de luz con fines terapéuticos, y esto incluye también:

Todas estas modalidades utilizan diferentes colores de luz, desde el azul al infrarrojo, y cada una tiene su propia indicación y mecanismo de acción. De todos los colores de la luz visible, es posiblemente la luz roja la mas utilizada.

La luz como herramienta terapéutica: cada color, una función

Distintos colores de luz se emplean en tratamientos dermatológicos en las terapias con luz led o láser de baja potencia:

  • Luz azul (aprox. 415 nm): Tiene acción antimicrobiana, útil en el tratamiento del acné, ya que afecta directamente a la bacteria Cutibacterium acnes.

  • Luz verde (520–550 nm): Se investiga como moduladora de la pigmentación y por su posible acción antimicrobiana y antiinflamatoria leve.

  • Luz roja (620–750 nm): La que nos ocupa en este artículo. Destaca por su capacidad regeneradora, antiinflamatoria, y por estimular la producción de colágeno. También tiene cierta acción antimanchas.

La luz roja en la piel como tratamiento

¿Qué hace la luz roja en la piel?

La luz roja tiene una longitud de onda más larga que las demás dentro del espectro visible, lo que le permite penetrar más profundamente en la piel, hasta alcanzar la dermis. Esto no genera calor ni daño, pero sí desencadena una serie de efectos biológicos muy interesantes.

Entre sus efectos principales destacan:

  • Regeneración celular

  • Síntesis de colágeno y elastina

  • Reducción de la inflamación

  • Mejora de la microcirculación

  • Atenuación de arrugas y líneas finas

  • Reducción de hiperpigmentaciones como el melasma

El mecanismo de acción de la luz roja: fotobiomodulación

El proceso por el cual la luz roja actúa sobre la piel se llama fotobiomodulación. Es una forma de estimulación celular no térmica, es decir, sin generar calor ni dañar los tejidos. Esto la diferencia de otras técnicas más agresivas como el láser ablativo o la radiofrecuencia de agujas.

La luz roja es absorbida por estructuras celulares específicas, especialmente en las mitocondrias, lo que estimula la producción de energía (ATP) y activa una cascada de procesos de regeneración y reparación.

Los principales mediadores conocidos de la luz roja en la piel son:

  • Óxido nítrico (NO): favorece la vasodilatación y mejora la oxigenación de los tejidos.

  • TGF-β (factor de crecimiento transformante beta): estimula la síntesis de colágeno y modula la respuesta inflamatoria.

Esto permite un tratamiento suave pero eficaz, ideal para pacientes que buscan resultados sostenibles sin efectos secundarios ni tiempo de recuperación de una manera más biológica.

Aplicaciones clínicas de la luz roja en dermatología

1.Cicatrización de heridas

Uno de los usos más estudiados de la luz roja es en la regeneración de heridas crónicas. Se ha utilizado con éxito en:

  • Úlceras venosas

  • Úlceras por presión (decúbito)

  • Pie diabético

Gracias a su efecto reparador y a su seguridad, puede aplicarse incluso en pacientes con enfermedades crónicas, polimedicados, vulnerables o de edad avanzada. Se realizan sesiones repetidas (varias veces por semana) durante periodos de 4 a 8 semanas.

2.Melasma y otras hiperpigmentaciones

El melasma, una pigmentación facial frecuente, también puede mejorar con luz roja. La combinación de su efecto antiinflamatorio con la reorganización del colágeno dérmico contribuye a uniformar el tono de la piel, y a reducir los acumulos de pigmento en la dermis. Los léntigos o manchas solares también mejoran con la luz roja.

3. Arrugas y envejecimiento cutáneo

Al mejorar la matriz produciendo elastina y estimular la producción de colágeno, la luz roja ha demostrado eficacia en el tratamiento de arrugas finas, flacidez incipiente y signos de envejecimiento cutáneo.

En estos casos, al igual que en las indicaciones anteriores, el tratamiento se basa en sesiones repetidas y constantes. Es un enfoque suave, sin agresión a la piel, pero que requiere continuidad para alcanzar resultados.

4. Acné

El acné es otra de las indicaciones clásicas de la luz roja, especialmente el acné inflamatorio, con pústulas. No así el acné severo donde el tratamiento es médico.

La luz roja es captada por la glándula sebácea y es capaz de destrutir las bacterias que producen la inflamación y además mejorar la misma por su propio mecanismo de acción.

La seguridad de la luz roja y su perfil de penetración fue sustituyendo poco a poco a la luz azul que también se utilizada para el acné con buenos resultados.

Combinación con luz infrarroja

Existen dispositivos que combinan la luz roja con luz infrarroja cercana (750–1000 nm, NIR, de «Near Infrared Light»). Esta última no es visible, pero penetra aún más profundamente y actúa sobre el agua intracelular, favoreciendo procesos de regeneración a nivel más profundo.

Esta combinación ha mostrado ser útil en:

  • Tratamientos antiarrugas

  • Reparación de tejidos tras procedimientos dermatológicos como cirugía, láser o peelings

  • Manejo del dolor y la inflamación en determinadas zonas del cuerpo donde pueden penetrar estas fuentes de luz, como las articulaciones.

El uso combinado de la luz roja con la infrarroja potencia los efectos regeneradores sin añadir efectos secundarios. De nuevo son necesarias sesiones repetidas varios dias a la semana durante semanas.

Luz roja y colores de la luz y efectos en la piel

Luz roja en terapia fotodinámica: tratamiento no quirúrgico del cáncer cutáneo

Una de las aplicaciones más utilizadas en dermatología médica y específicas de la luz roja en dermatología clínica es su uso en la terapia fotodinámica (TFD). Esta modalidad terapéutica se emplea principalmente en el tratamiento de lesiones precancerosas (como la queratosis actínica) y de ciertos tipos de cáncer cutáneo no melanoma, especialmente el carcinoma basocelular superficial, sin necesidad de cirugía.

La terapia fotodinámica consiste en un proceso en dos fases:

  1. Aplicación tópica de una sustancia fotosensibilizante (normalmente una crema a base de derivados del ácido 5-aminolevulínico), que se absorbe selectivamente en las células tumorales o dañadas.

  2. Exposición a una fuente de luz, que activa la sustancia fotosensibilizante y genera especies reactivas de oxígeno que destruyen de forma selectiva las células alteradas.

En la mayoría de los protocolos actuales en europa, la fuente de luz más utilizada es la luz roja. ¿Por qué?

  • Por su capacidad de penetrar profundamente en la piel (hasta aproximadamente 1-2 mm), lo cual permite alcanzar la dermis y los tumores de piel en todo su espesor. 

  • Por su inocuidad y seguridad, que minimiza el riesgo de daño en tejidos sanos circundantes.

  • Y porque su longitud de onda es ideal para activar el fotosensibilizante de forma eficaz.

La luz roja, en este contexto, no actúa como regeneradora o antiinflamatoria, sino como activadora de una reacción fotoquímica localizada y citotóxica paradestruir las células diana. Posiblemente, los buenos resultados estéticos del tratamiento con Terapia fotodinámica y su mejoría de la calidad de la piel puedan también deberse a la acción de la luz roja.

Este uso terapéutico de la luz roja es un ejemplo excelente de cómo una tecnología sencilla, segura y bien estudiada puede emplearse con fines de precisión en dermatología oncológica, evitando en muchos casos la necesidad de cirugía convencional, especialmente en zonas anatómicas sensibles como la cara o el cuero cabelludo.

Luz roja en dermatologia para tratamienot

Dispositivos y protocolos de luz roja: entre la clínica y el hogar

Aunque la evidencia científica sobre la luz roja es sólida, su aplicación en clínicas dermatológicas sigue siendo limitada. Algunas razones incluyen:

  • La falta de protocolos clínicos estandarizados.

  • La necesidad de sesiones frecuentes (2–3 por semana durante semanas).

  • La simplicidad de los dispositivos LED, que los ha llevado a comercializarse masivamente para uso doméstico.

Hoy en día existen numerosos dispositivos de luz roja para casa, desde máscaras faciales hasta paneles de cuerpo entero. Muchos son eficaces, aunque no todos tienen respaldo científico. Su facilidad de uso y bajo riesgo han hecho que la luz roja sea más accesible que nunca, aunque esto también ha contribuido a cierta banalización del tratamiento y ausencia de ensayos clínicos.

Conclusión: ¿Por qué la luz roja merece más atención?

La luz roja es una de las herramientas terapéuticas más interesantes de la dermatología actual. Su capacidad para estimular la piel sin dañarla, su seguridad, y sus aplicaciones en regeneración, rejuvenecimiento y tratamiento de lesiones la hacen realmente prometedora.

Entonces, ¿por qué se usa tan poco?
La respuesta es compleja, pero se puede resumir así:

  • Porque requiere constancia y repetición, lo cual es menos atractivo que otros tratamientos más rápidos.

  • Porque no genera efectos inmediatos espectaculares, sino una mejora progresiva.

  • Porque su tecnología se ha simplificado tanto, que muchos la perciben como un simple cosmético más.

  • Y porque aún faltan protocolos oficiales validados que estandaricen su uso clínico.

    El futuro de la dermatología pasa por tratamientos eficaces, seguros, con sentido biológico y sostenibles, y en ese camino, la luz roja tiene mucho que ofrecer.

    La Dra Fernández-Guarino es dermatólogo y ejerce con su equipo de Dermatólogos en Madrid en su Clínica Privada de Dermatología Avanzada. 

    Podemos ayudarte a solucionar tus problemas de piel consulta nuestras agendas y pide directamente tu cita desde tu dispositivo.

    Referencias

    1. Hernández-Bule ML, Naharro-Rodríguez J, Bacci S, Fernández-Guarino M. Unlocking the Power of Light on the Skin: A Comprehensive Review on Photobiomodulation. Int J Mol Sci. 2024 Apr 19;25(8):4483. doi: 10.3390/ijms25084483. PMID: 38674067; PMCID: PMC11049838.
    2. Fernández-Guarino M, Bacci S, Pérez González LA, Bermejo-Martínez M, Cecilia-Matilla A, Hernández-Bule ML. The Role of Physical Therapies in Wound Healing and Assisted Scarring. Int J Mol Sci. 2023 Apr 19;24(8):7487. doi: 10.3390/ijms24087487. PMID: 37108650; PMCID: PMC10144139.

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