La celulitis o piel de naranja afecta a la inmensa mayoria de las mujeres, conoce en este texto porque se produce, como puedes prevenirla y la eficacia de los tratamientos.
También se llama lipodistrofia ginecoide o paniculopatía-edemato-fibro-esclerótica. Es un trastorno complejo que afecta a la práctica totalidad de las mujeres. Se produce por un cambio en la arquitectura de la piel, y la aparición de hoyuelos y nódulos en su superficie exterior. Suele aparecer en los glúteos, los muslos y en el abdomen. A pesar de la gran cantidad de tratamientos disponibles para la piel de naranja, no existen muchos realmente eficaces.
¿Por qué se produce la piel de naranja?
Se produce por la herniación de la grasa a través de los tabiques del tejido conectivo de la dermis. La causa no está clara. Aparece al inicio de la pubertad y es más frecuente en raza blanca.
En las pacientes con piel de naranja se aprecia en ecografía la piel más engrosada y una alteración de los tractos fibrosos de la dermis. Esta alteración se caracteriza por la aparición de septos fibrosos perpendiculares en mayor número en lugar de los horizontales, y que son los responsables de la aparición de los hoyuelos.
La laxitud de la piel también se considera un factor. Asi como la acumulación de grasa en las caderas y los muslos se produce por los niveles de estrógenos. Estos acumulos de adipocitos son más resistentes a la destrucción.
También se han encontrado modificaciones en genes que predisponen al desarrollo de la piel de naranja.
Básicamente, el trastorno es, la alteración es una alteración de los tabiques fibrosos de la dermis junto con aumento de la síntesis de grasa, la lipogénesis. El primero se ve influido por la retención de líquidos, el aumento de la presión intersticial por insuficiencia venosa, la alteración de la microcirculación o la retención de líquidos.
El concepto de “lipoinflamación” acompaña a la piel de naranja, como una inflamación de bajo grado que perpetúa el proceso, produce inflamación de la grasa y aumenta la resistencia a la insulina. Está mediada por adipoquinas.
Factores que influyen en la piel de naranja
En los diferentes estudios sobre la piel de naranja en las mujeres se han descrito los siguientes factores influyentes:
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Herencia: juega un papel importante en la aparición de la piel de naranja. Se sugiere una herencia poligénica y modulable por los factores ambientales.
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Sexo femenino: por la constitución de la piel de las zonas afectadas y la distribución más vertical de los tabiques fibrosos de la dermis, las mujeres están más predispuestas a la aparición de piel de naranja.
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Raza: en mujeres latinas la piel de naranja es más frecuente en caderas y muslos, mientras que en las nórdicas aparece más en el abdomen.
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Alimentación: la dieta rica en carbohidratos sencillos produce la liberación de insulina de forma rápida y el aumento de las células grasas. La dieta rica en sal y pobre en fibra también aumenta la retención de líquidos.
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Insuficiencia venosa: favorece la retención de líquidos y empeora la circulación y la microcirculación, disminuyendo el drenaje de las células.
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Consumo de alcohol: favorece la síntesis de grasa, la lipogénesis.
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Tabaquismo: disminuye el oxígeno y empeora la microcirculación.
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Embarazo: produce el aumento de estrógenos, y otras hormonas como la progesterona, la prolactina o la insulina, que aumentan la lipogénesis y el acúmulo de células grasas. Además la compresión del sistema venoso de la pelvis empeora la circulacion sanguinea.
¿Cómo se diagnostica la piel de naranja?
La simple exploración permite el diagnóstico de la celulitis. Se caracteriza por la aparición de depresiones en la piel en las zonas de afectación típica: los muslos, los glúteos, el abdomen y los brazos.
La piel de naranja no produce síntomas, aunque en estadios avanzados sí puede producir sensación de pesadez en las piernas. Característicamente, además, empeora en embarazo, lactancia, toma de anticonceptivos orales, retención de líquidos, elevada ingesta de sal, etc.
La piel de naranja afecta a la práctica totalidad de las mujeres por encima de los 20 años en mayor o menor grado.
En algún caso su medico puede valorar realizar pruebas complementarias como una analítica para ver el metabolismo de la insulina o la retención de liquidos, o una ecografia para ver la piel o el sistema venoso y circulatorio. Sin embargo para el diagnostico puro de la celulitis no son necesarias pruebas.
Clasificación de la celulitis o piel de naranja
Existen muchas formas de describir y clasificar la piel de naranja.
La clasificación en grados es una de las más utilizadas:
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Grado I: la piel de naranja se aprecia con la contracción muscular o con el pellizco.
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Grado II: piel de naranja evidente de pie.
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Grado III: piel de naranja se evidencia de pie y tumbada.
Otra clasificación utilizada de la piel de naranja es su clasificación según su morfología, y es la siguiente:
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Celulitis o piel de naranja dura: apariencia dura, sin cambios con los cambios de posición. Es típica de mujeres jóvenes y deportistas.
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Celulitis o piel de naranja flácida: en mujeres sedentarias, se asocia a pérdida de tono muscular y piel flácida. Es más difícil de tratar.
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Celulitis o piel de naranja edematosa: por aumento del volumen de las piernas, con edema con fóvea y sensación de pesadez.
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Celulitis o piel de naranja mixta: la más frecuente, que es la combinación de varias formas, variando según la localización.
Tratamientos para la piel de naranja
El tratamiento de la piel de naranja es un reto, ya que no tenemos tratamientos altamente eficaces. Se pueden utilizar los siguientes y sus combinaciones. La idea de combinar tratamientos se basa en obtener mayor eficacia y atacar los mecanismos de formación de la piel de naranja por diferentes vías.
-Pérdida de peso
Evitar el sobrepeso parece ser un factor más importante en la mejoría de la piel de naranja severa o grado III. La pérdida de peso mejora la elasticidad y la flacidez de la piel.
-Actividad física
Es fundamental en la prevención y en el tratamiento de la piel de naranja. Aumenta el metabolismo lipídico, mejora el sistema circulatorio de las piernas, aumenta el drenaje venoso y linfático y mejora el tono muscular. Se recomienda el ejercicio aeróbico y de tonificación, evitando el impacto excesivo para evitar la ruptura de los tabiques fibrosos.
-Tratamientos en crema para la piel de naranja
No se ha demostrado que sean eficaces, ya que la absorción de las cremas es limitada para penetrar en la dermis. Se utilizan para ayudar a drenar, aumentar la sensación de confort, aliviar la pesadez, reducir ligeramente la formación de grasa o activar la microcirculación de forma discreta. Son menos invasivos y caros, por lo que se utilizan ampliamente.
Los componentes que se suelen utilizar son la cafeína y otras metilxantinas, como la aminofilina o la teofilina, o gel de carnitina. También se utilizan hierbas como té verde, ruscus o verbena para aumentar el drenaje. Los retinoides tópicos mejoran la estructura de la piel, y la vitamina C y la E, el estado del colágeno. También se ha usado el gel de fosfatidilcolina por su acción destructora de la grasa.
-Suplementos orales
Con pocos estudios que lo respalden, se utiliza el extracto de uva, Ginkgo biloba, centella asiática o fucus, entre otras.
La resolución de la respuesta inflamatoria mediada por lípidos ha investigado la suplementación de omega 3 y de precursores del alfa-linolénico (que no puede sintetizar el organismo), lo que podría ser una estrategia segura para bajar la inflamación.
-Masaje de drenaje
Existen diferentes técnicas de masaje para aliviar el flujo linfático, mejorar la inflamación y la estructura del tejido. Pueden ser manuales o mecánicos, como la presoterapia.
-Tratamientos en clínica
Estos tratamientos se encuentran disponibles en clínicas de estética, de bienestar y en algunas clínicas médicas que abordan esta patología. Necesitan siempre ser complementados por la actividad física y la dieta. Básicamente son los siguientes:
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Mesoterapia: consiste en la inyección de sustancias en la dermis con diferentes propiedades. Se realizan múltiples pinchazos separados una distancia concreta. Son varias las sustancias utilizadas, cada una con diferentes propiedades, y algunas de uso exclusivo médico.
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Radiofrecuencia: mejora en múltiples sesiones el tono de la piel por su acción sobre el fibroblasto y el tejido elástico. Su mecanismo de acción es la destrucción del colágeno estimulando la creación de nuevo, con mejor calidad. Se trata de un tratamiento no invasivo, indoloro y no excesivamente caro, por lo que gana popularidad.
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Vacumterapia: se utiliza para provocar presión negativa en los tabiques y mejorar el drenaje del tejido.
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Carboxiterapia: consiste en la aplicación de dióxido de carbono para producir vasodilatación, aumento del oxígeno y retracción, disimulando los hoyuelos de la piel de naranja.
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Ultrasonidos y ultrasonidos focalizados de alta intensidad: consisten en la estimulación profunda de la dermis para producir un efecto tensor de la piel y de los tractos fibrosos.
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Láser: la acción de los láseres ablativos y no ablativos sobre la piel mejora su estructura, regenera la piel y el tejido de soporte, produciendo una mejor apariencia.
– Cirugía: liposucción
Es uno de los tratamientos clásicos de la piel de naranja; sin embargo, se debe complementar con el tratamiento de la piel y, por supuesto, con hábitos saludables.
Conclusiones sobre la piel de naranja
La piel de naranja es el término popular utilizado para la celulitis fibrosa, que produce depresiones y hoyuelos en la piel, recordando a la piel de esta fruta. Es un padecimiento que vemos en la práctica totalidad de las mujeres, derivado de la acción hormonal, genética y del estilo de vida. La suplementación con omega 3 podría ser incluida. El tratamiento de la piel de naranja requiere un abordaje múltiple, ya que no es sencillo, y debe incluir medidas del estilo de vida, tratamientos en crema y el complemento de tratamientos en clínica.
La Dra Fernández-Guarino es dermatólogo y ejerce con su equipo de Dermatólogos en Madrid en su Clínica Privada de Dermatología Avanzada.
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Dudas habituales en consulta: responde la Dra. Fernández-Guarino
¿Es frecuente la consulta por piel de naranja o celulitis?
En la consulta de dermatología si me suelen preguntar por la piel de naranja, pero no de forma muy frecuente. O bien conocen que es algo casi propio de la piel de la mujer y no es una enfermedad, o puede que las pacientes acudan más a buscar ayuda a otro tipo de centros dedicados al aspecto corporal.
¿Si le preguntan en la consulta, que tratamiento recomienda para la piel de naranja?
Suelo recomendar control del peso y medidas que mejoren la circulación venosa, como medias de compresión o hacer deporte. En mi experiencia trabajar la musculatura de las piernas ayuda a los problemas circulatorios de las piernas de las mujeres, bien sea la piel de naranja, la insuficiencia venosa o una úlcera que no cierra.
¿Qué tratamiento de aparataje recomendaría para la piel de naranja?
Lo más adecuado es hacer un buen diagnóstico, ya que no todas las celulitis o piel de naranja son iguales. Situados en la mayoría que son de causa mixta, creo que la radiofrecuencia es la que más evidencia científica tiene. En mis investigaciones con radiofrecuencia y curación de heridas para regenerar tejido de sostén de la piel los resultados eran buenos.
¿El láser sirve para tratar la piel de naranja?
El láser como lo conocemos hasta ahora, fraccionado ablativo o no ablativo, mejora la calidad de la piel, la estructura de la misma. Pero desde mi punto de vista la piel de naranja es un problema más profundo, hay que trabajar más abajo en las capas de la piel por lo que el láser en mi opinión se quedaría incompleto como tratamiento único.
¿La mesoterapia funciona para la celulitis o piel de naranja?
En mi experiencia si, se debe seleccionar adecuadamente al paciente y las sustancias que se infiltran en la piel y si se obtienen resultados. La limitación que veo con este tratamiento en mi dia a dia es que requiere tiempo, son múltiples pinchazos y sesiones repetidas semanales para ver resultados. Sin embargo es sencillo y se ven resultados.
Referencias
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- Ramírez Galán, D. M., & Sajoux, I. (2015). Lipoinflamación: tratamiento metabólico de la celulitis. Medicina Estética, 44, 53-56.
