Los fototipos de piel son muy utilizados por los dermatólogos para guiar tratamientos, conocer los riesgos de los pacientes o su posible respuesta a terapias. ¿Sabes lo que son los fototipos de piel? Te lo cuento en este post.
El fototipo de piel es un concepto fundamental en dermatología, ya que permite clasificar la respuesta de la piel a la radiación ultravioleta (UV). Determinarlo correctamente es esencial para personalizar tratamientos con luz, ajustar terapias, evaluar riesgos de hiperpigmentación y cáncer cutáneo, y recomendar la fotoprotección adecuada.
¿Qué son los fototipos de piel?
Los fototipos de piel es una clasificación basada en la capacidad de la piel para broncearse o quemarse ante la exposición solar. Fue desarrollado en 1975 por el dermatólogo estadounidense Thomas B. Fitzpatrick, con el objetivo de predecir la respuesta de distintos tipos de piel a la radiación UV.
Fitzpatrick estableció seis fototiposde piel, que van del I al VI, en función del color de la piel, la facilidad para quemarse y la capacidad de broncearse:
- Fototipo I: Piel muy clara, pecosa, ojos claros y cabello rubio o pelirrojo. Siempre se quema y nunca se broncea.
- Fototipo II: Piel clara, ojos claros o castaños, cabello rubio o castaño claro. Se quema con facilidad y se broncea muy poco.
- Fototipo III: Piel intermedia, ojos y cabello castaño. Se quema moderadamente y se broncea gradualmente.
- Fototipo IV: Piel oliva o morena clara, ojos y cabello oscuros. Se quema mínimamente y se broncea con facilidad.
- Fototipo V: Piel morena oscura, ojos y cabello oscuros. Rara vez se quema y se broncea intensamente.
- Fototipo VI: Piel muy oscura o negra, ojos y cabello oscuros. No se quema y siempre está pigmentada.
La mayoría de los fototipos de piel en España son III-IV. Este sistema sigue siendo la base para evaluar la sensibilidad de la piel a la radiación UV, es decir a quemarse del sol. Aunque hoy en día se han desarrollado escalas más detalladas y sistemas de medición de la piel que incluyen variaciones étnicas y regionales.
Importancia de los fototipos de piel en dermatología
Los fototipos de piel influyen en la respuesta a los tratamientos dermatológicos y en la prevención de patologías cutáneas. Analicemos sus implicaciones más importantes:
1. Valoración de tratamientos con luz (láser y LED)
Los procedimientos dermatológicos que utilizan luz, como el láser y los LED, dependen del fototipo porque la melanina absorbe y dispersa la luz.
- En fototipos altos (IV-VI) hay mayor cantidad de melanina, lo que aumenta el riesgo de quemaduras o hiperpigmentaciones si no se ajusta la intensidad del láser.
- En fototipos bajos (I-III) la piel absorbe menos energía lumínica y, en general, tolera mejor ciertos láseres.
Para minimizar riesgos, el dermatólogo debe seleccionar la longitud de onda, la intensidad y la duración del pulso adecuados según los fototipos de piel.
2. Ajuste de dosis en fototerapia
La fototerapia con luz ultravioleta (UVB o UVA) se emplea en tratamientos de psoriasis, vitíligo y dermatitis atópica, entre otros. La dosis inicial se ajusta según el fototipo y, en cada sesión, se aumenta progresivamente con precaución:
- Fototipos de piel bajos (I-III) requieren subidas más suaves de energía para evitar quemaduras.
- Fototipos de piel altos (IV-VI) pueden tolerar incrementos más rápidos, pero hay que vigilar la aparición de hiperpigmentaciones o manchas oscuras.
Este ajuste de dosis de luz Ultravioleta progresivo permite que la piel se adapte al tratamiento de manera segura y eficaz.
3. Riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria
Los fofotipos de piel son determinantes en la tendencia a desarrollar hiperpigmentación postinflamatoria tras procedimientos como peelings, crioterapia o electrocoagulación.
- En fototipos de piel altos altos (IV-VI), cualquier agresión cutánea, bien sea crioterapia o electrocoagulación o un peeling u otros procedimientos, puede provocar manchas oscuras persistentes.
- En fototipos bajos (I-III), el riesgo es menor, pero aún existe si hay inflamación intensa.
Para minimizar este problema, se pueden utilizar peelings menos agresivos en pieles oscuras, indicar cremas despigmentantes tras la electrocoagulación y ajustar la intensidad de la crioterapia según el fototipo. Y por supuesto indicar protección solar después de los tratamientos.
4. Fototipos de piel y riesgo de cáncer de piel
Los fofotipos de piel también influye en la predisposición al cáncer de piel.
- Las personas con fototipo I, especialmente pelirrojas, tienen la piel más vulnerable a los daños del sol, ya que su melanina no protege eficazmente contra la radiación UV. Por ello, deben evitar la exposición solar prolongada y hacerse revisiones periódicas. Es el fototipo de piel con más riesgo de desarrollar un cáncer de piel.
- Fototipos II y III también tienen riesgo moderado de daño solar acumulativo y de desarrollo de carcinoma epidermoide y queratosis actínicas.
- Fototipos IV-VI tienen más resistencia al sol, aunque deben vigilarse igualmente para detectar posibles lesiones cutáneas.
La clave en dermatología es adaptar el seguimiento de cada paciente según su fototipo y su historial de exposición solar.
5. Protección solar según el fototipo
Cada fototipo necesita un enfoque distinto en cuanto a fotoprotección:
- Fototipos I y II: Son los más vulnerables. Se recomienda FPS 50+, evitar la exposición en las horas centrales del día y usar medidas físicas como gorros, camisetas y sombra.
- Fototipos III y IV: FPS 30 o superior suele ser suficiente, aunque en exposiciones prolongadas es mejor optar por un FPS más alto y combinarlo con protección física.
- Fototipos V y VI: Aunque tienen más resistencia al sol, pueden sufrir fotoenvejecimiento y manchas. Un FPS 30 aplicado correctamente es una buena opción para su protección diaria.
A partir del FPS 30, la protección ya es alta, pero en pieles claras es conveniente subirlo más y reforzar con otras medidas.
Los fototipos de piel son genéticos y no se pueden cambiar
El fototipo de piel está determinado principalmente por la genética y la herencia familiar. Aunque algunos factores externos, como la exposición solar prolongada, pueden modificar temporalmente el color de la piel, la cantidad de melanina y la predisposición a quemarse o broncearse son características biológicas que no se pueden cambiar de forma permanente.
Por ello, es fundamental aceptar y cuidar la piel según su fototipo natural en lugar de intentar modificarlo con bronceados artificiales o productos que prometen alterar la pigmentación.
Conclusión
Los fototipos de piel son un criterio esencial en dermatología porque influye en:
- La seguridad y eficacia de tratamientos con luz (láser, LED).
- La dosis adecuada en fototerapia.
- El riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria tras procedimientos dermatológicos.
- La predisposición al cáncer de piel y la frecuencia de controles médicos.
- La recomendación de fotoprotección personalizada.
Cada persona debe conocer su fototipo y adaptar su cuidado de la piel en función de él, ya que es un rasgo biológico inmutable. La clave no es cambiar el fototipo, sino protegerlo y respetarlo para mantener una piel sana y equilibrada.
La Dra Fernández-Guarino es dermatólogo y ejerce con su equipo de Dermatólogos en Madrid en su Clínica Privada de Dermatología Avanzada.
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Fototipos de Piel: Referencias
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Fitzpatrick TB. The validity and practicality of sun-reactive skin types I through VI. Arch Dermatol. 1988;124(6):869-71.
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Narbutt J, Lesiak A, Skibińska M, Woźniacka A, Sysa-Jędrzejowska A. Phototype and skin aging. Postepy Dermatol Alergol. 2012;29(3):176-81.



