La lejía es un desinfectante barato y de uso común. En los últimos años se ha demostrado en numerosos estudios que los baños de lejía dos o tres veces en semana son beneficiosos para pacientes con dermatitis atópica. Además, se utiliza en otras dermatosis y diluida es un buen desinfectante ambiental de utilidad en infecciones por microorganismos. En este artículo revisamos la utilidad de la lejía en dermatología.
La lejía o ácido hipoclorhídrico, es un desinfectante barato y poco tóxico. Todos tenemos en mente las imágenes de la epidemia del virus ébola en África y las desinfecciones con lejía. Y también más recientemente el Covid-19 y cómo algo tan sencillo como la lejía permitía desinfentar el coronavirus.
Usos de la lejía en dermatología
La lejía en dermatología, aunque pueda sorprender, es un desinfectante que explicamos a nuestros pacientes. la lejia en dermatología no es tóxica y puede usarse de manera segura desde la limpieza de baños hasta su dilución para desinfectar superficies.
Este poderoso desinfectante no solo es ideal para limpiar superficies, sino que también puede aplicarse directamente para tratar áreas de la piel susceptibles a infecciones.
A lo largo de este artículo, exploraremos el uso de la lejía en dermatología y sus beneficios para la salud de la piel.
¿Qué lejía se utiliza en dermatología?
La lejía en dermatología es la clásica, reconocida por su icónico envase amarillo. No empleamos lejía de lavadora ni aquella que ha sido mezclada con otros productos. La variedad utilizada es el hipoclorito de sodio en su forma pura.
Dependiendo de las indicaciones dermatológicas específicas, podemos diluir la lejia según sea necesario o aplicarla directamente sobre la superficie deseada. Además, la lejia en dermatologia puede ser utilizada para esterilizar superficies o aplicarse directamente sobre la piel, siguiendo las instrucciones y protocolos adecuados del dermatólogo.
Baños de lejía en la dermatitis atópica
Quizá sea la indicación más reciente y famosa de la lejía en dermatología, a pesar de su uso desde hace mucho tiempo.
En los últimos años el uso de la lejía en dermatología se ha puesto de actualidad por la mejoría que obtienen los pacientes con dermatitis atópica con los baños de lejía. En un reciente trabajo publicado en la revista Pediatric Dermatology (1), los baños de lejía han demostrado reducir las infecciones de la piel en niños con dermatitis atópica.
Más de 15 estudios han demostrado que los baños de lejía mejoran los síntomas en pacientes con dermatitis atópica reduciendo los brotes, restaurando la flora de la piel sin afectar a la barrera cutánea y disminuyendo la necesidad de utilizar de tratamientos en crema. Es decir, que los baños de lejía parecen una buena estrategia no farmacológica para pacientes con dermatitis atópica.
Pero, ¿cómo se hacen estos baños? De forma muy sencilla, basta con añadir una taza de lejía en una bañera un par de veces en semana. En este mismo baño suelo aprovechar para utilizar baños emolientes. En mi experiencia como dermatólogo experto en dermatitis atópica en Madrid los baños funcionan en muchos pacientes, aunque no en todos, pero merece la pena intentarlo por su sencillez, la relación coste-beneficio puede ser elevada. Y otra conclusión muy importante, los pacientes con dermatitis atópica no deben dejar de ir a la piscina. Es una duda muy frecuente, y se trata de un baño en lejía recreativo, formativo y beneficioso.
Otros usos de la lejía en dermatología
1. Lejía diluida para la desinfección de superficies y tejidos
Frecuentemente nos encontramos ante situaciones en la que los pacientes necesitan tratar su ambiente por sufrir una infección contagiosa.
La lejía en dermatología en diluciones a 1/10 con agua tiene actividad frente a bacterias, virus, hongos, mohos, ácaros (protozoos) y levaduras. Incluso priones (3). Así pues, los pacientes afectos de tiña, sarna u otras infecciones pueden desinfectar su hogar lavando las superficies con lejía diluida y la ropa con lejía en la lavadora. La lejía es útil también en la eliminación de esporas especialmente difíciles, de los hongos dermatofíticos, como M. Canis (4).
Cuando nos enfrentamos a infecciones en la piel que pueden transmitirse a través de superficies, como es el caso de los hongos provenientes del contacto con animales como los gatos, la sarna, entre otros agentes como ácaros, bacterias u hongos, que a veces se originan en infecciones de origen vegetal o del suelo, aunque es menos común.
Una manera simple de desinfectar es preparar una solución de lejía diluida, usualmente en proporción de uno a diez, y limpiar con ella las superficies afectadas. También es posible pulverizar esta solución sobre las áreas que hayan estado en contacto con fuentes infecciosas con un pulverizador.
2. Lejía para reducir infecciones de la piel en general, no sólo en pacientes con dermatitis atópica
Se puede utilizar por tanto en una amplia variedad de dermatosis que producen ruptura de la barrera cutánea.
En los últimos años, los baños de lejía en dermatología han ganado considerable atención, especialmente en el contexto de la dermatitis atópica y los estudios realizados al respecto. Sin embargo, es importante destacar que la práctica de los baños con lejía para tratar enfermedades de la piel que implican la ruptura de la barrera cutánea y el riesgo de infección tiene una larga historia.
A lo largo de muchos años, estos baños han sido empleados en el tratamiento de diversas afecciones dermatológicas, como el pénfigo ampolloso, el ectima infeccioso, diversas formas de dermatitis e infecciones cutáneas superficiales, así como las infecciones herpéticas, entre otras. Esta práctica ha demostrado ser beneficiosa en la reducción del riesgo de infección y en la mejoría de estas dermatosis sin efectos secundarios.
3. Lejia para el los hongos en las uñas
Pincelaciones de las uñas afectadas por hongos dermatofitos como Tricophytum rubrum o Tricophytum mentagrofites dos o tres veces en semana durante unos meses han demostrado ser capaces de curar la infección.
Es sorprendente descubrir que las uñas y su matriz no sufren ningún daño durante este tratamiento. Las aplicaciones no necesitan ser diarias; de hecho, pueden realizarse hasta 12 veces por semana.
Con el tiempo, observaremos cómo la uña se recupera gradualmente. Una gran ventaja de este tratamiento es que no requiere la ingesta de pastillas, lo que lo hace adecuado para pacientes con múltiples condiciones médicas que ya toman varios medicamentos.
Además, este tratamiento puede ser recomendado para el mantenimiento de pacientes que deseen proteger sus uñas de infecciones por hongos. Una vez que se ha logrado la mejoría, es menos probable que vuelvan a padecer la afección, aunque la susceptibilidad individual juega un papel importante en este aspecto.
4. Lejía para la matar la sarna humana
El cloro y la lejía matan al ácaro responsable de la sarna. En estos tiempos en los que han aumentado los casos de sarna el paciente tiene la necesidad de conocer como matar el ácaro de la sarna. Además del tratamiento, puesto que el sarcoptes, vive 3 días fuera del ser humano, hay que lavar la ropa y desinfectar las superficies. Esto produce mucha angustia en los pacientes.
Añadir lejía en la lavadora siempre que sea posible o bien desinfectar las superficies con lejía diluida al 1 por 10, una parte de lejía, por 10 de agua, mata a la sarna humana.
La lejía en dermatología no tiene resistencias como otros antibacterianos
Es importante resaltar el papel fundamental de la lejía en dermatología, especialmente su notable ausencia de resistencias, una cualidad que no es común en otros tratamientos contra bacterias, virus u hongos. Mientras que las cremas y pastillas pueden eventualmente perder su efectividad debido al desarrollo de resistencias, la lejía sigue siendo un desinfectante que no pierde su efecto.
Este hecho se debe a que el mecanismo de acción de la lejía en dermatología es diferente de otros agentes. La lejía en dermatología presenta una efectividad constante en la eliminación de microorganismos, lo que la convierte en una herramienta valiosa en el tratamiento y prevención de diversas afecciones cutáneas.
Bibliografía
1. Ash S, Vork DL, Joseph J, Major-Elechi B, Tollefson MM. Comparison of bleach, acetic acid and other topical anti-infective treatments in pediatric atopic dermatitis: a retrospective cohort study on antibiotic exposure. Pediatr Dermatol 2018; Epub ahead of print.
2. Maarouf M, Shi VY. Bleach for atopic dermatitis. Dermatitis 2018; 29: 120-126.
3. Hughson AG, Race B, Kraus A, Sangare LR, RobinsL, Groveman BR, et al. Inactivation of prions and amyloid seed with hypoclorous acid. PLoS Patholog 2016; 12:e1005914.
4. Favort C, Zaugg N. Incidence, immunity and treatmen of eline dermatophytosis. Schweis Arch Tierheilkd 2005; 147: 205-212.
5. Kaplan SL, Forbes A, Hammerman WA, Lamberth L, Hulten KG, Minard CG, et al. Randomized trial of “bleach baths” plus routine hygienic measures vs routine hygienic measures alone for prevention of recurrent infections. Clin Infect Dis 2014; 58: 679-682.
Te invito a compartir este artículo para que otras personas conozcan los principales usos de la lejía en dermatología.
Este artículo sobre Lejía en Dermatología ha sido escrito por la Dra Fernández Guarino, dermatologo y profesor acreditado de dermatología. La Dra Fernández Guarino ejerce con su equipo de dermatólogos privados en Madrid en su Clínica de Dermatología Avanzada.