Madriderma - Dra. Fernández Guarino
Inicio 9 Información general 9 Lentigos solares: qué son y cómo se tratan por dermatólogo

Los lentigos solares son un motivo de consulta muy frecuente y aparecen con la edad en todos los pacientes. Conoce qué son y cómo se tratan por la Dra Fernández-Guarino, dermatóloga.

Los léntigos solares son una lesión dermatológica muy frecuente. Se trata de una respuesta fisiológica y acumulativa de la piel al envejecimiento y a la exposición solar crónica a lo largo de los años. No son graves, pero sí un signo visible del daño solar que nuestra piel ha ido recibiendo, especialmente en zonas expuestas. Nos deben poner en guardia para protegernos del sol.

¿Dónde aparecen los léntigos solares?

Los léntigos solares se localizan habitualmente en las áreas que han recibido más radiación ultravioleta o sol a lo largo de la vida. Las localizaciones clásicas son la cara y el dorso de las manos, pero también es muy habitual encontrarlos en otras zonas como la parte superior de la espalda y el escote. Esto tiene toda la lógica: con el paso de los años, estas regiones del cuerpo reciben radiación solar de forma continua, aunque sea de manera intermitente, como sucede al llevar prendas con escote o en actividades al aire libre.

¿A qué edad pueden aparecer?

Aunque su aparición es más común a partir de los 50 años, los léntigos solares también pueden observarse en pacientes más jóvenes, especialmente en aquellos con fototipos bajos (piel clara, ojos claros, pelo rubio o pelirrojo). En estos casos, su aparición suele ser más brusca y agrupada, lo que indica que esa piel ha sufrido quemaduras solares repetidas durante la infancia o juventud. Son, por tanto, un marcador indirecto de daño solar previo y una señal de alarma: si la piel desarrolla léntigos en edades tempranas, puede estar acercándose a su “límite de tolerancia” frente a la radiación ultravioleta.

¿Qué pasa cuando los lentigos solares aparecen en pacientes jóvenes?

Una observación clínica especialmente relevante es que los léntigos solares pueden aparecer de forma brusca y agrupados en pacientes jóvenes con piel clara (fototipos bajos). Este patrón de aparición temprana es un indicador indirecto de que la piel ha sufrido quemaduras solares durante la infancia o adolescencia.

En estos casos, los léntigos no sólo reflejan daño solar previo, sino que actúan como marcadores de una piel sensible a la exposición solar, con menor capacidad de adaptación frente a la radiación ultravioleta.

Esto nos alerta de algo: la aparición precoz de léntigos solares puede estar advirtiéndonos de que la piel ha alcanzado o se acerca a su “límite de tolerancia” frente a la radiación solar. Es decir, ha agotado parte de su capacidad defensiva y reparadora frente al sol, y este tipo de paciente requerirá mayor vigilancia dermatológica y educación en fotoprotección.

¿Qué son exactamente los léntigos solares?

Desde el punto de vista clínico, los léntigos solares se presentan como máculas (manchas planas) de pequeño tamaño, de color marrón claro o medio, con bordes bien definidos aunque a menudo irregulares. No suelen medir más de unos milímetros, y su número y extensión puede aumentar con el tiempo si no se adoptan medidas de fotoprotección adecuadas.

A diferencia de las efélides (pecas), los léntigos solares son estables: no varían de tamaño ni de intensidad con la exposición solar. Mientras que las pecas se aclaran en invierno y se intensifican con el sol, los léntigos solares permanecen sin cambios en el tiempo, aunque pueden aumentar en número.

¿Cuál es su causa a nivel histológico?

Desde un punto de vista anatomopatológico, los léntigos solares se producen por un aumento tanto en el número de melanocitos como en la cantidad de pigmento melanina en la unión dermoepidérmica. Es decir, la zona de transición entre la epidermis y la dermis presenta una hiperactividad de las células pigmentarias como respuesta adaptativa a la radiación solar.

Este aumento melanocítico no implica atipia. Es decir, no se trata de un crecimiento desorganizado o maligno, sino de un fenómeno reactivo. En la biopsia de un léntigo solar típico se observa una lentiginosis epidérmica con elongación de las crestas epidérmicas, hiperplasia basal y un número discretamente aumentado de melanocitos, generalmente sin mitosis ni displasia, es decir sin cambios malignos o sugerentes de malignidad.

Lentigos solares y dermatoscopia de lentigos solares

Lentigos solares en la piel de un paciente y la imagen dermatoscopica de los lentigos solares no sugerente de malignidad.

¿Hay que preocuparse por tener léntigos solares?

Los léntigos solares son benignos. No precisan tratamiento médico ni seguimiento salvo que presenten signos de alarma (cambio de color, tamaño o bordes, sangrado espontáneo, picor o aparición de nuevos elementos distintos).

Sin embargo, es importante saber que, en raras ocasiones, una lesión de apariencia similar puede corresponder a un léntigo maligno melanoma, que es una forma de melanoma in situ que aparece habitualmente en zonas fotoexpuestas de pacientes de edad avanzada.

Por ello, si una lesión pigmentada o mancha cambia o tiene características atípicas, debe ser evaluada con dermatoscopia, una herramienta diagnóstica clave en dermatología que permite valorar la red pigmentaria, la simetría, la presencia de estructuras específicas, y confirmar el diagnóstico de léntigos solares frente a otras lesiones pigmentadas.

Léntigos solares vs. otras pigmentaciones

Es importante diferenciar los léntigos solares de otras entidades pigmentarias:

  • Efélides (pecas): aparecen en la infancia, varían con la exposición solar y no están ligadas a daño acumulativo sino a predisposición genética y a la piel clara.

  • Melasma: manchas difusas, más grandes y mal delimitadas, hormonodependientes y agravadas por el sol, que aparecen más frecuentemente en mujeres en edad fértil y durante el embarazo.

  • Nevus melanocíticos: los lunares, lesiones melanocíticas con potencial evolutivo distinto, a menudo con componente en la dermis más profundo y abultados.

Además, existen cuadros más complejos como la lentiginosis múltiple, en los que los léntigos solares aparecen agrupados en localizaciones atípicas como alrededor de la boca, los labios, mucosas, y en zonas no expuestas a la luz. En estos casos puede ser marcador de síndromes genéticos como el de Peutz-Jeghers, y aunque son enfermedades muy infrecuentes, deben considerarse en el diagnóstico de los lentigos solares.

¿Necesitan tratamiento los léntigos solares?

Los léntigos solares no necesitan tratamiento, salvo por razones estéticas. Aun así, son uno de los motivos más frecuentes de consulta dermatológica, ya que muchas personas desean eliminarlos por motivos estéticos o para mejorar el aspecto global de la piel fotoenvejecida o bien por dudas en el diagnostico.

Es importante subrayar que las cremas despigmentantes no funcionan en los léntigos solares. Las cremas depigmentantes están indicadas para pigmentaciones más difusas como el melasma, pero no tienen eficacia demostrada en la eliminación de máculas pigmentadas estables como los léntigos.

¿Cómo se tratan los léntigos solares?

El tratamiento de elección se basa en la destrucción selectiva del pigmento de la lesión, intentando preservar al máximo la piel adyacente no pigmentada. Existen varias opciones terapéuticas:

1. Crioterapia

La crioterapia consiste en la aplicación controlada de frio sobre el léntigo. El frío intenso destruye los melanocitos y la melanina de la zona tratada. Se forma una costra que se cae a los pocos días, y con la regeneración del epitelio, desaparece la mancha.

Es un método sencillo, barato y eficaz, aunque puede producir hipopigmentación residual en fototipos altos y requiere precisión para evitar dañar tejido sano. Sin duda se puede considerar a la hora de eliminar lentigos solares sueltos, pero si el paciente acude por múltiples léntigos solares es más ventajoso el tratamiento con fuentes de luz.

2. Luz Pulsada Intensa (IPL)

La Luz Pulsada Intensa es una técnica no ablativa que utiliza múltiples longitudes de onda de luz filtrada para destruir selectivamente el pigmento de los léntigos solares. La energía se absorbe por la melanina, que se fragmenta y es reabsorbida por la piel.

Este tratamiento tiene ventajas cosméticas añadidas: mejora el tono general de la piel, la textura y otros signos del fotoenvejecimiento como telangiectasias y poros dilatados. Es ideal para tratar zonas extensas con múltiples léntigos solares, como la cara o el escote.

3. Láser Q-Switched

El láser Q-switched emite pulsos muy cortos de alta energía que destruyen el pigmento sin afectar la piel circundante. Es un tratamiento selectivo y eficaz, especialmente en lesiones bien delimitadas.

Ofrece excelentes resultados estéticos, mínima inflamación y un bajo riesgo de cicatrización anómala.

Prevención: la clave en dermatología

Prevenir los léntigos solares es mucho más eficaz que tratarlos una vez aparecen. La mejor estrategia es una adecuada fotoprotección:

  • Protección solar alta (SPF 50 o superior), de amplio espectro (UVA + UVB), aplicada todos los días del año, incluso en invierno.

  • Fotoprotección con color, que añade protección frente a la luz visible, especialmente útil en pigmentaciones.

  • Gorros, sombreros, guantes y gafas de sol para reducir la exposición directa.

  • Evitar las horas de mayor radiación, es decir, ponerse a la sombra.

  • Educación desde la infancia sobre la importancia del cuidado solar para evitar las quemaduras.

Conclusión

Los léntigos solares son una manifestación benigna del daño solar acumulado en la piel. Representan un signo visible del envejecimiento cutáneo inducido por la radiación ultravioleta y un marcador útil de la historia solar de la piel.

Aunque no suponen un riesgo inmediato para la salud, su aparición en edades tempranas debe alertarnos sobre la necesidad de mejorar nuestras medidas de protección solar. El diagnóstico de los léntigos solares es clínico y dermatoscópico, y el tratamiento, si se desea por motivos estéticos, debe centrarse en técnicas que destruyan selectivamente el pigmento, como la crioterapia, la luz pulsada o el láser Q-switched.

Recordemos siempre que la prevención es la herramienta más potente que tenemos en dermatología. Detectar y entender la presencia de léntigos solares no solo nos permite mejorar la apariencia de la piel, sino que también nos ofrece una oportunidad para educar sobre la fotoprotección y evitar lesiones más graves a largo plazo.

Lentigos solares tratamiento laser luz pulsada intensa

Preguntas frecuentes a la Dra Fernández-Guarino sobre léntigos solares

¿Los léntigos solares suelen ser un motivo de consulta?

Si, los pacientes suelen acudir por lentigos solares a la consulta, les gusta revisarlos, «por si acaso» como dicen. Si bien la mayoría son conscuentes que este tipo de manchas aparecen con el sol y con la edad y acuden sin una preocupación o alarmados.

¿Se suele demandar el tratamiento de los léntigos solares en su consulta?

Pues si y no. Quizá diría que la mayoría de los pacientes lo entiende como un proceso natural del envejecimiento y consultan para mejorar su apariencia o no empeorar, mediante cremas cosméticas o de tratamiento, o como mejorar la protección solar. Sin embargo otros pacientes tienen muchos léntigos solares o alguno muy grande y si consultan para su eliminación. Otros simplemente son presumidos, también está bien. 

¿Cual es desde su punto de vista de dermatóloga el mejor método para prevenir los léntigos solares?

Sin duda creo que la protección solar en forma de cremas adecuadamente seleccionadas, no todos los protectores solares son iguales y cada paciente es diferente. Añadir antioxidantes o reguladores de la función de la unión dermoepidérmica con el retinol o el glicólico suele ayudar en mi experiencia.

¿Y cual es como dermatólogo el método que prefiere para eliminar los léntigos solares?

Creo que depente del tipo de léntigos solares y del paciente. Si se trata de una lesión única en un paciente mayor creo que la crioterapia es igual de eficaz que el láser en manos expertas. Para lesiones múltiples a mi me da buenos resultados la Luz Intensa Pulsada, sin bien en lesiones marcadas o potentes puede ser necesario añadir un láser q-switched de pigmento o parametrizar de forma especial la Luz Pulsada Intensa

La Dra Fernández-Guarino es dermatólogo y ejerce con su equipo de Dermatólogos en Madrid en su Clínica Privada de Dermatología Avanzada. 

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Lentigos solares: Referencias

  1. Saavedra AP, Roh EK, Mikailov A. Fitzpatrick’s Color Atlas and Synopsis of Clinical Dermatology. 9th ed. New York: McGraw-Hill Education; 2023

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