La Dra Fernández-Guarino, dermatólogo y creadora de la Clínica Madriderma, ha colaborado en una entrevista en Onda Cero en la que analiza junto con otros expertos en protección solar una variedad de aspectos interesantes para la población.
En una extensa y enriquecedora entrevista realizada por Miriam Méndez en Onda Cero, la Dra. Fernández-Guarino, creadora de Madriderma, compartió junto a otros expertos valiosa información sobre diversos aspectos de la protección solar. La entrevista, que abarcó una amplia gama de temas, ofreció a los oyentes una perspectiva completa y variada sobre cómo elegir y utilizar correctamente los protectores solares durante el verano.
Preguntas y Respuestas de la Dra. Fernández-Guarino entre Expertos en Protección Solar
1. ¿Qué factores debemos tener en cuenta al elegir un protector solar para el verano?
Dra. Fernández-Guarino:
Al elegir un protector solar para el verano, hay varios factores que debemos tener en cuenta. Lo primero es el tipo de filtro que utiliza el protector solar, que puede ser mineral (físico) o químico. Los filtros minerales son ideales para pieles muy sensibles o para niños menores de seis meses, ya que funcionan creando una pantalla que refleja la luz solar y son más seguros porque no se absorben en la piel. Sin embargo, suelen ser más pegajosos y dejar un residuo blanco. Por otro lado, los filtros químicos, o una mezcla de físicos y químicos, son adecuados para la mayoría de la población, ya que absorben los rayos UV en la piel. Son más cosméticos, más ligeros y están disponibles en muchos formatos, como sprays, brumas, cremas, sticks, etc.
Otro aspecto importante a considerar es el índice de protección solar, o SPF. Las autoridades sanitarias recomiendan un SPF de 30 o superior para asegurar una buena protección contra las quemaduras solares. Además, la textura del protector solar también es relevante; algunos son más cremosos y otros más ligeros, en formato spray, por lo que podemos elegir según nuestras preferencias y comodidad.
Finalmente, debemos considerar si el protector solar tiene color o no. Los protectores solares con color están especialmente indicados para la cara, sobre todo para mujeres con trastornos de pigmentación como melasma o manchas marrones, ya que ayudan a unificar el tono de la piel y proporcionan una cobertura a la luz visible adicional.
En resumen, elegir el protector solar adecuado implica considerar el tipo de filtro, el índice de protección, la textura y la presencia de color, siempre teniendo en cuenta nuestras necesidades específicas y consultando con un dermatólogo si es necesario.
2. ¿Cómo podemos saber que el protector solar elegido es el adecuado para nuestra piel? ¿Cómo influye el tipo de piel en la elección del protector solar?
Dra. Fernández-Guarino:
Primero, es fundamental conocer el índice de protección solar (SPF). La mayoría de la población está familiarizada con este indicador, que nos ayuda a entender el nivel de protección contra los rayos UVB. Sin embargo, el tipo de piel también juega un papel crucial en la elección del protector solar. Si no tenemos problemas en la piel, acudir a protectores de marcas de calidad suele funcionar normalmente.
Una preocupación común entre los pacientes es si el protector solar les aportará grasa o empeorará la calidad de su piel. En general, los protectores solares de farmacia están formulados para no ser comedogénicos, es decir, no obstruyen los poros ni empeoran condiciones como el acné. No obstante, las texturas cremosas pueden no ser adecuadas para pieles grasas, en cuyo caso es mejor optar por texturas más ligeras o con acabado mate.
Las pieles sensibles, incluyendo aquellas con rosácea o dermatitis, pueden ser más problemáticas. En estos casos, los filtros solares minerales o físicos son una buena opción, ya que no suelen causar reacciones adversas. Además, existen protectores solares específicamente formulados para pieles sensibles. Es importante recordar que las etiquetas de «piel sensible» o «hipoalergénico» no están reguladas en cosmética, por lo que es recomendable elegir productos de laboratorios o marcas con buena reputación.
3. ¿Cuál es la diferencia entre un protector solar físico y uno químico, y cuál es más recomendable?
Dra. Fernández-Guarino:
La diferencia principal entre un protector solar físico y uno químico radica en el mecanismo que utilizan para proteger la piel de los rayos ultravioleta (UV). Los protectores solares físicos, también conocidos como minerales, contienen ingredientes activos como el óxido de zinc y el dióxido de titanio. Estos componentes crean una barrera sobre la piel que refleja y dispersa los rayos UV. Una de las características de estos protectores es que son efectivos inmediatamente después de la aplicación. Sin embargo, suelen ser más densos y pueden dejar un residuo blanco sobre la piel. Son especialmente indicados para pieles sensibles, incluyendo las de los niños y personas con dermatosis como la rosácea o dermatitis, ya que presentan un menor riesgo de irritación y reacciones alérgicas al no absorberse en la piel. También se recomiendan en el embarazo ya que no se absorben si no llevan partículas nano.
Por otro lado, los protectores solares químicos contienen ingredientes activos como la avobenzona, octinoxato y octocrileno. Estos protectores funcionan absorbiendo los rayos UV y transformándolos en calor, que luego se libera de la piel. A diferencia de los físicos, los químicos requieren unos 20 minutos para ser efectivos después de la aplicación. Tienen la ventaja de tener texturas más ligeras y no dejan residuos visibles, lo que los hace más fáciles de aplicar y extender sobre la piel.
En cuanto a cuál es más recomendable, la elección depende en gran medida de las necesidades y preferencias individuales. Los protectores solares físicos son más adecuados para pieles sensibles o propensas a alergias, debido a su capacidad de reflejar los rayos UV sin absorberse en la piel. Sin embargo, los protectores solares químicos pueden ser más cómodos para el uso diario debido a su textura ligera y la facilidad con la que se aplican sin dejar residuos.
4. ¿Qué significa el factor de protección solar (FPS) y cuál es el nivel ideal para el verano?
Dra. Fernández-Guarino:
El factor de protección solar (FPS) es una medida que indica el nivel de protección que un protector solar ofrece contra los rayos ultravioleta B (UVB), que son los principales responsables de las quemaduras solares y pueden contribuir al desarrollo del cáncer de piel. El número del FPS nos dice cuánto tiempo más puede estar expuesta la piel al sol sin quemarse en comparación con la piel sin protección. Por ejemplo, si una persona tarda 10 minutos en quemarse sin protector solar, con un FPS 30 podría estar expuesta 30 veces más tiempo, es decir, 300 minutos, sin quemarse.
Para el verano, el nivel ideal de FPS depende de varios factores, como el tipo de piel, la intensidad de la exposición solar y las actividades que se realicen al aire libre. Sin embargo, en general, se recomienda usar un protector solar con un FPS de al menos 30. Este nivel de protección es suficiente para la mayoría de las personas y ofrece una buena barrera contra los daños causados por los rayos UVB. Para aquellos con piel muy clara, que se queman fácilmente o pasan mucho tiempo al aire libre, un FPS más alto, como 50 o más, puede ser más adecuado. Sin embargo, la diferencia de un 30 a un 50 no es lineal, sino que ya es añadir un 5 % más de bloqueo de la radiación UVB.
Es importante recordar que el FPS no indica protección contra los rayos ultravioleta A (UVA), que también pueden dañar la piel y contribuir al envejecimiento prematuro, las arrugas, las manchas y al cáncer de piel. Por ello, es fundamental elegir un protector solar de amplio espectro, que ofrezca protección tanto contra los rayos UVA como UVB. La medición de la protección frente al UVA es diferente y lo podemos ver identificado en el envase. En nuestro país, por suerte, por normativa, los protectores solares deben contener un 30 % de la protección UVB en UVA, con lo que cualquier filtro que compremos fijándonos en el UVB, es decir en el FPS, está balanceado en protección UVA también.
5. ¿Es necesario usar protector solar en días nublados o en interiores?
Dra. Fernández-Guarino:
Muy buena pregunta. En días nublados las nubes retienen parte del UVB, pero la mayoría atraviesa y puede llegar a nuestra piel. Es más difícil quemarse con el sol pero al no hacer calor nos podemos confundir, por lo que debemos aplicar también la crema del sol en los días nublados.
En interiores podemos recibir UVA, que atraviesa las ventanas, puede ser en el coche o en una cristalera. Como hemos dicho antes, el UVA puede dañar la piel. De moda más reciente está la luz visible, especialmente la luz azul. La luz visible es una luz que recibimos mucho más, forma parte del mismo espectro del sol, pero además la tenemos en las luces artificiales que tenemos en casa y sobre todas las pantallas. La luz azul es muy cercana al ultravioleta B y ha demostrado producir daños en la piel. Por esto, aunque parezca algo escatológico, si estamos muy pegados a una pantalla durante mucho tiempo, no está de más aplicar protector solar para evitar esta luz. Y aquí sí que no todos sirven y no están regulados, es decir, por normativa, no tienen que estar medidos o etiquetados. De nuevo, recomiendo leer la etiqueta del protector solar que incluya luz visible y buscar marcas conocidas o de farmacia.
6. ¿Con qué frecuencia y en qué cantidad se debe reaplicar el protector solar para asegurar una protección efectiva?
Dra. Fernández-Guarino:
Es curioso que los estudios realizados a este respecto nos dicen que nos lo aplicamos mal, en cantidad como para extenderlo cubriendo bien la piel. Para asegurar una protección efectiva, el protector solar debe aplicarse con la frecuencia y en la cantidad adecuadas. En primer lugar, es importante aplicar el protector solar unos 15 a 30 minutos antes de la exposición al sol. Esto permite que el producto se absorba adecuadamente y forme una barrera protectora sobre la piel. Sin embargo, la aplicación inicial no es suficiente; el protector solar debe reaplicarse cada dos horas mientras se esté al aire libre. Además, es necesario volver a aplicarlo después de nadar, sudar en exceso o secarse con una toalla, independientemente de que el producto sea resistente al agua. Tenemos en el mercado nuevas cremas de protección solar con resistencia al agua de 30 minutos o muy resistentes de hasta dos horas, que alargan la reaplicación y que nos pueden interesar si nos bañamos mucho.
En cuanto a la cantidad, para lograr una protección adecuada se recomienda aplicar aproximadamente 30 gramos de protector solar para cubrir todo el cuerpo de un adulto promedio, es bastante. Esto equivale a unas dos cucharadas soperas de producto. Para la cara y el cuello, se debe utilizar alrededor de una cucharadita de protector solar. Los brazos y las piernas, tanto superiores como inferiores, necesitan alrededor de una cucharada cada uno. No hay que olvidar áreas como las orejas, la parte superior de los pies, la nuca y el cuero cabelludo, especialmente si tienes poco pelo, o complementar con un sombrero.
Es fundamental ser generoso con la cantidad de protector solar que se aplica. Usar menos cantidad reduce la efectividad de la protección.
Si quieres leer la noticia completa sobre la entrevista realizada por Miriam Méndez a la Dra Fernández-Guarino con los Expertos en Protección solar en Onda Cero te dejamos el enlace AQUI
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