La alergia a los gatos es un motivo de consulta muy frecuente al que nos enfrentamos en la consulta, el dermatólogo conoce los síntomas de la alergia a los gatos y las actitudes a tomar con su mascota. La literatura científica no avala rechazar al gato.
Venerados por los egipcios, perseguidos en la Edad Media, asociados a las brujas, a la feminidad, a las mujeres, a la libertad, a la elegancia, a la noche, a los madrileños. Inspiradores de cuentos, fábulas, escritores, poetas y cineastas. Los más exitosos de largo en las redes sociales. Los gatos tienen algo.
¿Y para la dermatología? ¿Qué sabemos los dermatólogos y la literatura científica de la alergia a los gatos? En este post desmitifico muchas ideas preconcebidas revisando la literatura científica de calidad.
Dios creo al gato para ofrecer al hombre el placer de acariciar un tigre
Víctor Hugo
Gatos y seres humanos: una relación cada vez más intensa
El pequeño felino es en el momento actual la mascota más popular en Europa, según los datos de 2017, hay más de 100 millones de gatos en los hogares europeos, frente a 84 millones de perros.
Los gatos también ganan en Internet. Se cita en un artículo del New York Times, que una imagen de un gato produce cuatro veces más tráfico en redes sociales que la de un perro. Varios gatos comparten pódium de “influencers” con otros animales en redes sociales.
Puesto que parece que nos gustan los gatos, en este post resumo las enfermedades de piel por alergia a los gatos más frecuentes a los que se pueden enfrentar los dueños de los gatos con la finalidad de favorecer la convivencia con nuestro amado minino.
Relación entre gatos, alergia y enfermedades dermatológicas en humanos
1 Tiña y los gatos: síntomas de hongos en la piel
Los gatos son un reservorio de tiña, de hecho, son los animales más tiñosos. Las tiñas están causadas por hongos dermatofitos que infectan la piel queratinizada (la que no es mucosa), el pelo y las uñas.
Los dermatofitos que habitan en los animales se llaman zoolílicos, el más frecuente es Mycosporum canis que habita en los gatos y en los perros (1). El 90% de las tiñas en gatos están causadas por este hongo (2).
Los síntomas de una tiña en un gato son parecidos a los del hombre, con la aparición de placas circulares en la piel con descamación y alopecia.
Los gatos también pueden ser portadores crónicos de Mycosporum canis, especialmente los de pelo largo y los menores de un año (1,2). Estos gatos sin síntomas de tiña, pueden ser transmisores.
El diagnóstico se realiza en base a los signos clínicos del animal y el cultivo de las escamas, sin embargo, no siempre es positivo a pesar de estar presente y no se detecta hasta en el 28% de los gatos infectados (3).
Lo mismo nos pasa con los hongos en la piel en humanos, el hongo es exigente y en los cultivos no siempre se cultiva. Como alternativa al cultivo se puede realizar examen directo al microscopio de las escamas para visualizar el hongo y el examen de la piel infectada con una luz de Wood (una luz negra) bajo la que el dermatofito emite fluorescencia (3). Exactamente igual que en los humanos.
El tratamiento de la tiña en el gato se realiza con baños o geles de antifúngicos, de efectividad limitada en gatos por la menor penetración en el pelo (2), por lo que cuando afecta al pelo es recomendable añadir también tratamiento oral al animal. Ambos tratamientos se mantienen unas 10 semanas. Su veterinario le recomendará como tratar mejor a su animal.
En los humanos el tratamiento de los hongos en la piel requiere habitualmente un tratamiento también, su dermatólogo le aconsejará.
La infección por hongos de los gatos o tiña se adquiere generalmente por contacto directo con el gato y más raramente por contacto con las escamas infectadas.
La mejor estrategia de prevención de la tiña de los gatos es evitar el contacto con el gato infectado, sin embargo, a veces el gato no presenta signos, y el diagnóstico se hace a través de una persona infectada. Deberemos llevar entonces a nuestro gato a control por un veterinario (1).
Las esporas de Mycosporum canis de los gatos son muy resistentes en el medio ambiente por lo que es necesaria una decontaminación del hogar (2).
En el caso de estos hongos de gato, se debe aspirar y limpiar de forma mecánica hasta que no se vean pelos. Es especialmente importante desinfectar el lugar donde duerme, se tumba o más habita el gato, así como los cojines o mantas que utiliza. Está desinfección es crítica en gateras.
Muchos desinfectantes vienen etiquetados como “antifúngicos” y son capaces de matar las esporas de los hongos dermatofitos, y no nos olvidemos de la lejía de casa, que diluida al 1:10 en agua es un gran desinfectante (2).
Deben aplicarse por todas las superficies, al lavar la ropa en la lavadora y también se pueden pulverizar. Existen en todas las variantes para estos usos en el mercado.
Foto: Síntomas de hongos de gato en la piel (tiña), con una imagen muy característica redondeada, de borde sobreelevado aconpañado de picor.
2 Alergia a los gatos, ¿qué tengo que hacer si tengo alergia?
Tema controvertido. Se sabe desde hace tiempo que la exposición a ácaros del polvo de casa predispone al posterior desarrollo de alergia a otros alérgenos de casa. Así, los estudios encuentran que los niños “de interior” de las ciudades son más susceptibles a ser alérgicos y a tener alergia a los gatos.
Por el contrario, está asociación no se ha encontrado en niños expuestos a animales de granja (4). Aunque la lógica parece indicar que el riesgo de sensibilización a los alérgenos del perro o del gato aumentaría con la exposición a ellos, los estudios han demostrado justo lo contrario (4,5). Parece ser que la alergia a los gatos es menos frecuente si estamos expuestos constantemente a ellos, ya que se genera una tolerancia inmunológica.
En un consistente estudio sobre alergia a los gatos, Custovic y cols (5), demuestran que la prevalencia de sensibilización o alergia a los gatos disminuye con la exposición al mismo y que ser dueño de un gato se asocia con menos posibilidades de tener síntomas de alergia a los gatos.
En los adultos dueños de perros, sin embargo no se ha encontrado esta protección. Si bien los síntomas de alergia a los gatos son más frecuentes que los de alergia al perro.
La alergia a los gatos se evalúa midiendo los niveles de Inmunoglobulinas en sangre específicas frente al epitelio de gato e introduciendo los antígenos pinchados en el brazo (¨prick test”).
Los pacientes con alergia a los gatos habitualmente son polialérgicos, y sensibles a otros alérgenos, como pólenes, perros o ácaros.
No se ha encontrado diferencias en la severidad de la alergia en general o el asma si se tiene o no un gato (4), es decir tener un gato no aumenta la severidad de los síntomas de alergia.
Parece que la exposición crónica a un gato si tienes alergia a los gatos puede tener un “efecto protector” en niños y adultos modulando la respuesta inmune (4).
Sí que deben ser especialmente cuidadosos los pacientes con alergia a los gatos que no tengan gato, ya que la exposición ocasional a alérgenos de gatos si pueden provocarles reacciones alérgicas y respiratorias con exacerbación de asma.
3 Dermatitis atópica si tienes alergia a los gatos, ¿qué hacer?
Los médicos en ocasiones recomiendan a las familias con afectados de dermatitis atópica, bien sean niños o adultos, que se deshagan de sus mascotas peludas si tienen además alergia a los gatos.
No existe ninguna evidencia científica que sustente esta recomendación. En los análisis científicos de mayor calidad en los que se revisan todos los trabajos publicados sobre alergia a los gatos y dermatitis atópica, no se demuestra que tener un animal en casa, incluso desde el nacimiento del niño, produzca daño alguno, tampoco si se tiene dermatitis atópica.
Es más, las mascotas parecen tener un efecto protector en la alergia a los animales. Peluchi y cols (8), en un estudio ni más ni menos que en 71.721 pacientes, encuentra que tener un perro disminuye un 30% el riesgo de tener dermatitis atópica y tener gato no lo aumenta.
Así que doctores y usuarios, los trabajos de la mejor calidad en las mejores revistas son claros con respecto a la alergia a los gatos, como los mismos autores dicen: “No hay ninguna razón para patear al gato”.
4. Síntomas de alergia a los gatos en humanos: Dermatitis
Por todo lo anteriormente expuesto, podemos concluir que las dermatitis ¨verdaderas¨causadas por alergia a los gatos en humanos no son frecuentes. Las situaciones más frecuentes son que estemos ante un paciente alérgico con rinitis, estornudos, urticaria frente al pelo del gato, o bien que tengamos una dermatitis atópica en la que los irritantes, como el pelo del animal, no sienten bien a la piel.
No es para nada frecuente pero si existe la dermatitis causada por por alergia a los gatos en humanos y consiste en la aparición de eccemas tras el contacto con algún alergeno del animal, insisto, que lo más frecuente es una dermatitis de base con un paciente a su vez alérgico a los gatos. Lo que si es frecuente y se puede confundir con una dermatitis es la tiña por hongos del gato causada por infecciones, recordemos que es más frecuente en gatos de la calle, especialmente los gatitos pequeños.
5. Vacuna de alergia a los gatos
La vacuna de la alergia a los gatos trabaja con la idea de la exposición crónica a pequeñas dosis de epitelio del gato para generar tolerancia inmunitaria y que disminuyan los síntomas de alergia a los gatos. Se trata de «entrenar» al sistema inmune a no atacar a los alergenos del gato a base de exposiciones controladas.
La vacuna de la alergia a los gatos se indica basada en los síntomas de la alergia a los gatos, que no suelen ser sólo de la piel, sino que se pueden acompañar de rinitis o asma. También se mide la severidad de la alergia a los gatos y la afectación del paciente en su vida diaria.
El profesional indicado de pautar y programar la vacuna de alergia a los gatos es el alergólogo, que le explicará cómo tiene que hacerlo. Los dermatólogos derviamos al alergólogo para su valoración. Educar el sistema inmune con la vacuna de alergia a los gatos requiere unos meses de tratamiento.
Alergia a los Gatos y Síntomas de piel en humanos: Conclusiones
Como conclusión podemos decir que tener un gato no empeora la dermatitis atópica, ni tampoco la alergia a los gatos, incluso podría tener un efecto protector que podemos extender también a sus amigos los perros. Se debe ser cauteloso en pacientes con alergia a los gatos que no tienen gato, ya que la exposición aguda les puede producir síntomas de alergia. Por el contrario, son buenos transmisores de tiña por hongos del gato.
Mizifuz (@lasanimal – La Sonrisa Animal (LASA)) y Zapiron (@abrazoanimal – Abrazo Animal ) son colaboradores habituales del blog de Madriderma
Referencias
1 Monod M, Fratti M, Mignon B, Baudraz-Rosselet. Dermatofytes transmis par les animaux domestiques. Rev Med Suisse 2014; 10: 749-5.
2 Frymus T, Gruffydd-Jones T, Pennisi MG, et al. Dermatophytosis in Cats: ABCD guidelines on prevention and management. Journal of Feline Med Surg 2013; 15: 598.
3 Cafarchia C, Romito D, Sasanelli M, et al. The epidemiology of canine and feline dermatophytoses in suother italy. Mycoses 2004; 47:508-513.
4 Liccardi G, Martín S, Lombardero M, et al. Cutaneous and serological responses to cat allergen in adults exposed or not to cats. Respiratory Medicine 2005; 99: 535-534.
5 Custovic A, Simpson BM, Simpson A, et al. Decreased prevalence of sensitization to cats with high exposure to cat allergen. J Allergy Clin Immunol 2001; 108: 537-9.
6 Williams HC, Grindlay DJ. What`s new in atopic eczema? An analyisis of systematic reviews published in 2007 and 2008. Part 2. Disease prevention and treatment. Clin Exp Dermatol 2009; 35:223-227.
7 Langan SM, Flohr C, Williams HC. The role of furry pets in eczema: a systematic review. Arch Dermatol 2007; 143: 1570-7.
8 Peluchi C, Galeone C, Bach JF et al. Pet exposure and risk of atopic dermatitis at the pediatric age: a meta-analysis of birth cohort studies. J Allergy Clin Immunol 2013; 132: 616-22.
Te invito a compartir este artículo para que otras personas conozcan la relación que existe realmente entre gatos, alergia y enfermedades dermatológicas en humanos a partir de la revisión de literatura científica de calidad.
La Dra Fernández Guarino es dermatóloga y ejerce como Dermatólogo Privado en Madrid en su Clínica de Dermatología Avanzada con su Equipo de Dermatólogos. En la Sanidad Pública trabaja en el Hospital Ramón y Cajal.
Son especialistas en el tratamiento de enfermedades de la piel y de dermatitis y alergia cutánea.