Conoce los beneficios de la cola de caballo en crema de la mano de la Dra Fernández-Guarino, dermatóloga.
La cola de caballo es una de esas plantas que parecen tener un pie en el pasado y otro en el futuro. De nombre científico Equisetum, representa uno de los linajes más antiguos de plantas vasculares que se conocen. Actualmente, se reconocen más de treinta especies de cola de caballo distribuidas por todo el hemisferio norte, desde el ecuador hasta zonas templadas, gracias a su enorme capacidad de adaptación. Y no solo ha sobrevivido al paso del tiempo, sino que ha sido utilizada durante siglos como remedio natural en diferentes culturas del mundo.
De todas las especies de cola de caballo, Equisetum arvense es la más estudiada científicamente. Originaria de América del Norte y Europa, ha sido valorada tanto en la medicina tradicional como en investigaciones más modernas, especialmente por sus beneficios en el cuidado de la piel y el cabello. Sus propiedades se atribuyen a una combinación única de compuestos como el silicio, los flavonoides, los polifenoles, los fitoesteroles y las saponinas. Estos principios activos explican su uso tradicional en heridas de difícil curación, caída del cabello, uñas frágiles, fracturas óseas, y también como diurético o antiinflamatorio.
De la tradición a la ciencia
La cola de caballo cuenta con una larga tradición en la medicina popular de muchos países, especialmente en Europa del Este y en zonas de Anatolia. En países como Rumanía, donde se conservan aún hoy prácticas etnobotánicas muy ricas, se han documentado cientos de especies empleadas con fines terapéuticos, entre ellas la cola de caballo. Curiosamente, la mayoría de estos usos no estaban relacionados con la piel, sino con infecciones, afecciones respiratorias o cardiovasculares.
No obstante, el interés por esta planta en el ámbito dermatológico ha crecido en los últimos años gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas, lo que la convierte en una candidata interesante tanto para tratar problemas de piel como para prevenir el envejecimiento prematuro.
¿Qué puede aportar la cola de caballo a la piel?
Investigaciones recientes han permitido identificar algunos mecanismos de acción de los extractos de cola de caballo que resultan relevantes para la dermatología.
En primer lugar, destaca su efecto antiinflamatorio, que se ha demostrado tanto en cultivos celulares como en modelos animales. Este efecto es clave tanto en el tratamiento de heridas crónicas, como las úlceras venosas o por presión en pacientes encamados, como en la prevención del envejecimiento, donde la inflamación de la piel también juega un papel determinante.
En segundo lugar, su acción antioxidante está bien documentada. Gracias a su contenido en vitamina C, vitamina E y oligoelementos como el cobre, ayuda a neutralizar los radicales libres, responsables del estrés oxidativo que daña la piel y acelera la aparición de arrugas.
Además, se ha descrito que el extracto de la cola de caballo tiene efecto regenerador y reafirmante. La cola de caballo actúa inhibiendo la hialuronidasa, una enzima que degrada el ácido hialurónico, fundamental para la hidratación, la estructura y elasticidad de la piel. Al proteger este componente, la cola de caballo contribuye a mantener una piel más firme, elástica y con capacidad de reparación.
Aplicaciones dermatológicas actuales y potenciales de la cola de caballo
Aunque la mayor parte de los estudios se han realizado con formulaciones tópicas (cremas, geles, extractos), también se han explorado los beneficios de su uso oral, especialmente por su efecto diurético. En dermatología, la aplicación tópica parece ser la vía más prometedora.
Uno de los usos clásicos es la curación de heridas, donde ha demostrado favorecer la regeneración tisular y modular la inflamación. En estudios experimentales, la aplicación de extractos de cola de caballo redujo la colonización bacteriana y estimuló la liberación de citoquinas clave como la IL-10 (antiinflamatoria) y el TNF-alfa (regeneradora), lo que favorece una curación más rápida y eficaz.
En el campo de la cosmética antiedad, se ha estudiado una crema con extracto de cola de caballo y soja, aplicada durante ocho semanas en un pequeño grupo de voluntarios. Aunque algunos presentaron irritación, la mayoría percibió una mejora visible en las arrugas. Esto sugiere su papel como agente antiarrugas suave y potencialmente útil en cuidados antienvejecimiento.
Otro efecto interesante es su acción despigmentante, gracias a la capacidad de inhibir la tirosinasa, enzima implicada en la síntesis de melanina. Esta propiedad, observada in vitro, la posiciona como un activo natural en tratamientos antimanchas.
También ha despertado interés en el tratamiento de la alopecia androgénica, al parecer por su capacidad para inhibir la enzima 5-alfa reductasa, implicada en la caída del cabello de origen hormonal. Aunque estas evidencias aún son preliminares, abren una vía prometedora para su uso en productos para la caida del cabello.
Ventajas cosméticas de la cola de caballo
Desde el punto de vista galénico y cosmético, la cola de caballo presenta varias ventajas. Se trata de un ingrediente estable, bien tolerado incluso en zonas sensibles como el contorno de los ojos, y compatible con otros principios activos. Además, su uso continuado no suele generar irritación, lo que la convierte a la cola de caballo en crema en una opción segura para pieles delicadas o sensibilizadas.
A pesar de su potencial, su presencia en cremas dermatológicas comerciales es limitada. Una búsqueda rápida en tiendas online muestra pocos productos específicos tópicos con cola de caballo, aunque sí abundan vídeos caseros que explican cómo preparar emulsiones y extractos en casa. Dada su estabilidad y baja irritabilidad, estos remedios pueden tener cierto valor, aunque siempre es preferible recurrir a formulaciones profesionales y bien conservadas.
¿Es segura la cola de caballo?
La larga historia de uso tradicional de la cola de caballo sugiere un perfil de seguridad elevado. No obstante, como con cualquier sustancia natural, existe el riesgo de reacciones adversas. Se ha documentado un caso aislado de anafilaxia, pero teniendo en cuenta el volumen de personas que la han utilizado a lo largo del tiempo, este tipo de reacciones parecen muy poco frecuentes. Aun así, siempre es recomendable probar cualquier producto nuevo en una pequeña zona de piel y consultar a un dermatólogo ante cualquier duda.
Conclusión
La cola de caballo es un ejemplo claro de cómo un remedio tradicional puede encontrar un espacio en la dermatología moderna. Su combinación de efectos antiinflamatorios, antioxidantes, regeneradores y despigmentantes la convierten en un ingrediente prometedor para el desarrollo de productos cosméticos y dermatológicos. Aunque aún son necesarios más estudios clínicos , su potencial, su perfil de seguridad y tolerabilidad a la cola de caballo atractiva para fórmulas respetuosas con la piel.
La Dra Fernández-Guarino es dermatólogo y ejerce con su equipo de Dermatólogos en Madrid en su Clínica Privada de Dermatología Avanzada.
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Cola de caballo: Referencias
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