La limpieza facial es un tratamiento complementario a los tratamientos médicos o cosméticos del acné. Te cuento en este post como la utilizamos los dermatólogos.
Introducción
La limpieza facial profunda es especialmente útil en las formas de acné retencionales o de puntos negros, en las que se acumula el sebo en la glándula. Este acumulo de sebo con la obstrucción de la glándula sebácea es uno de los primeros pasos en el acné, y aparece en las formas de acné leve.
En las formas de acné moderado o severo este paso también se produce, sólo que avanza a mayores estadios de inflamación, en los que necesitamos añadir además de la limpieza facial profunda, tratamientos en crema para el acné.
¿Para qué sirve la limpieza facial en dermatología?
En dermatología, una limpieza facial bien realizada puede ser un buen complemento en el tratamiento de determinadas dermatosis. Tiene funciones específicas en el abordaje del acné leve y moderado, como:
-
Reducir la carga comedoniana acumulada en la piel, especialmente en casos de resistencia a tópicos. Es decir, limpiar los puntos negros.
-
Evitar que los comedones evolucionen a lesiones inflamatorias mayores (pápulas, quistes o nódulos). Al desobstruir la glándula sebácea se puede evitar que pase a mayores estadios de inflamación del acné.
-
Mejorar la penetración de tratamientos tópicos médicos, al retirar parte del estrato córneo. La retirada de la parte superficial de la piel con la limpieza facial hace que los productos que apliquemos penetren mejor hacia las capas mas profundas.
-
Evitar la manipulación casera del paciente, que podría empeorar el cuadro y dejar cicatrices. Es un instinto natural de algunos pacientes que veo en la consulta tratar de aliviar ellos mismos las lesiones de acné.
En ningún caso sustituye a un tratamiento farmacológico o médico, y es un recurso complementario útil. Puede formar parte del plan terapéutico en consulta siempre que esté bien indicado.
¿Cuando hay que tener precaución con la limpieza facial? ¿Cuando no está indicada?
En general se debe ser cauteloso con las pieles sensibles, como aquellos pacientes que sufren o han sufrido de rosácea. También en los pacientes con dermatitis perioral, dermatitis seborreica o dermatitis atópica. Se trata de pacientes con piel sensible y reactiva en los que todo prodecmimiento dermocosmético se debe indicar con cautela y siempre fuera de los brotes. Otras dermatosis como la psoriasis se pueden agravar en algunos procedimientos.
Siempre lo mejor es consultar con su dermatólogo.
¿Qué tipos de limpieza facial existen?
Existen distintos tipos de limpieza facial, con diferentes objetivos, niveles de profundidad y periodicidad. No todas las pieles necesitan lo mismo, ni todas las técnicas son igual de eficaces o seguras. Por eso es importante diferenciar entre una limpieza facial convencional (de mantenimiento o cosmética) y una limpieza facial profunda, que puede tener indicaciones médicas concretas, la más frecuente el acné.
1. Limpieza facial convencional
La limpieza facial convencional está pensada como un mantenimiento rutinario para conservar la piel en buenas condiciones, especialmente en pieles normales o ligeramente grasas. Es suave, no invasiva y se puede realizar con cierta regularidad incluso sin patologías cutáneas.
El protocolo básico incluye:
-
Doble limpieza: primero con un aceite o bálsamo limpiador, que disuelve restos de grasa, protector solar o maquillaje, seguido de un gel espumoso o limpiador suave adecuado al tipo de piel. Es importante que la limpieza no sea agresiva y se usen limpiador facial adecuado a cada tipo de piel con PH neutro.
-
Exfoliación superficial: puede ser mecánica o enzimática, que elimina células muertas del estrato córneo. Esto permite alisar la piel y permitir la penetración posterior de los productos de tratamiento. Existen diferentes tipos de exfoliante facial, te dejo aquí el enlace.
-
Aplicación de mascarillas: hidratantes, purificantes o calmantes, según el estado de la piel y la finalidad buscada.
-
Uso de tónicos y sueros: para restaurar el pH, cerrar el poro de forma visual y preparar la piel para los activos.
-
Hidratación final: con cremas ligeras, emolientes o reparadoras según la tolerancia individual y el objetivo.
Este tipo de limpieza facial mejora la luminosidad, regulariza la textura y puede aumentar la absorción de cosméticos en casa, pero no implica extracción de puntos negros ni trata lesiones activas. Está indicada para:
-
Pieles normales, secas o ligeramente deshidratadas
-
Personas que buscan una rutina de cuidado profesional sin intervención médica
-
Momentos previos a eventos especiales
-
Pieles sensibilizadas tras tratamientos médicos que requieren cuidados suaves
- Como mejoría general del cuidado de la piel de la cara.
2. Limpieza facial profunda
La limpieza facial profunda es un procedimiento más técnico y dirigido a pieles con tendencia acneica, exceso de sebo o comedones visibles. A diferencia de la convencional, sí se realiza extracción mecánica o instrumental de impurezas, por lo que debe hacerse por profesionales con experiencia, en condiciones de higiene adecuadas y, preferiblemente, con supervisión dermatológica.
El protocolo puede incluir:
-
Preparación de la piel con vapor o productos queratolíticos para abrir el poro y facilitar la extracción. Un queratolítico es un producto que elimina la queratina de los poros cuando se aplica en la piel, por tanto retira el tapón de la glándula sebácea para facilitar la salida del sebo.
-
Extracción manual o instrumental de comedones (puntos negros), pústulas superficiales o microquistes. Se retira con suavidad el «relleno»interior de los comedones.
-
Aplicación de ácidos como el salicílico, glicólico o mandélico, que favorecen la renovación celular y desincrustan los poros. Además producen un alisado de la piel, tienen cierta acción anti-inflamatoria y permiten mejorar las cicatrices del acné.
-
Uso de mascarillas específicas (arcilla, azufre, niacinamida) para regular el sebo y calmar la piel tras el procedimiento. También como relajación final.
-
Cierre del tratamiento con técnicas reparadoras, como alta frecuencia, luz LED o sérums calmantes.
La limpieza facial profunda tiene un papel específico en dermatología, especialmente en pacientes con:
-
Acné comedoniano (cuando predominan espinillas, puntos negros y textura rugosa)
-
Piel grasa con poros muy dilatados
-
Acné retenido por falta de exfoliación o productos mal adaptados
-
Uso prolongado de cosméticos comedogénicos y taponamiento folicular.
Es fundamental no realizar este procedimiento en fases inflamatorias activas del acné. En estas fases no suele aportar beneficios, además de aumentar el riesgo de inflamación, dolor e infección.
Además, una técnica inadecuada, como una presión excesiva o trabajar en lesiones no indicadas, puede provocar:
-
Hiperpigmentación postinflamatoria, por oscurecimiento de las lesiones (marcas marrones)
-
Cicatrices atróficas o queloides o inflamatorias, por aumento de la inflamación de las lesiones
-
Infecciones bacterianas localizadas, no son frecuentes y si pueden aparecer si no se trabaja con higiene la piel.
¿Cómo hacer una limpieza facial en casa profunda? ¿Cómo extraer los puntos negros?
La limpieza facial profunda consiste en la extracción de los puntos negros o comedones. La extracción de comedones por sí misma tampoco es curativa en el acné, y se debe complementar con cremas de tratamiento del acné, que disminuyan la producción de sebo y que la glándula se vuelva a obstruir de nuevo.
Una limpieza facial profunda se puede realizar en centros por profesionales, generalmente de estética, que realizan la extracción de los comedones o puntos negros. Además, pueden aplicar distintos productos orientados a la mejoría de la piel de la cara, como hidratantes o mascarillas para el acné. Si tienen contacto o feed-back con tu dermatólogo a la hora de realizar la limpieza facial profunda mejor.
También se puede realizar limpieza facial profunda en casa con exfoliantes y con alfa y beta hidroxiácidos o retinoless tópicos podemos conseguir que el acné comedoniano mejore. El peróxido de benzoilo y el de hidrógeno, es también un buen agente queratolítico, esto significa que es capaz de desobstruir la glándula sebácea.
La limpieza facial profunda en casa se debe realizar con precaución de no irritar la piel, mejor aplicar los productos por la noche y se pueden combinar con hidratantes para compensar la sensación de tirantez o sequedad.
Los productos queratolíticos o exfoliantes de la limpieza facial profunda se aplican mejor por la noche porque no se debe exponer la piel al sol sobre ellos y porque así actúan durante más tiempo en la piel.
La doble limpieza facial busca en dos pasos obtener más eficacia y una limpieza facial profunda, se puede hacer combinando con tónicos y después con jabones limpiadores. Al ser en dos pasos la limpieza de la piel grasa mejora y sin embargo no tiene porque ser más agresiva. La combinación de texturas y vehículos es muy variada y se adapta a cada tipo de piel y objetivo.
En el caso de las formas de acné severas se debe tener precaución con la limpieza facial profunda que puede irritar la piel, ya de base inflamada, e incluso, de forma menos frecuente, infectar alguna lesión.
Las lesiones nodulares o profundas de acné no son candidatas para ser extraídas o tratadas con limpiezas faciales, sino con tratamientos médicos, en el caso de tener lesiones en forma de nódulos profundos muy inflamados lo mejor es consultar a tu dermatólogo.
La limpieza facial profunda en casa se debe realizar al menos una vez al día en pieles con acné, mejor por la noche para luego aplicar las cremas que queremos que actúen toda la noche sobre la piel limpia. Se puede realizar mañana y noche también. Las exfoliaciones o limpiezas faciales profundas o exfoliantes, se suelen alternar unas dos veces en semana con la precaución de no irritar la piel.
En el momento actual no tenemos evidencia científica de que un tipo de limpieza facial profunda o limpiador o forma de hacerla sea mejor que otra.
La limpieza facial profunda permite retirar la obstrucción de la glándula y eliminar el sebo acumulado o el punto negro, que de otra forma no saldría.
¿Cómo se complementa la limpieza facial con los tratamientos médicos del acné?
La limpieza facial profunda se integra como apoyo en el manejo del acné cuando el dermatólogo la considera apropiada, especialmente en estos escenarios:
-
Inicio del tratamiento médico oral o tópico: puede ayudar a “limpiar la base” de la piel y permitir que el tratamiento tópico penetre mejor.
-
Durante el tratamiento de mantenimiento o de consolidación: cuando ya no hay inflamación activa pero persisten puntos negros o textura irregular.
-
En pacientes que no toleran bien ciertos tópicos: añgunos tratamientos en crema para el acné pueden irritar. La limpieza facial puede ayudar a dismunuir su intensidad o espaciar el uso
-
En casos de retención severa: incluso con tratamiento tópico bien indicado, hay pacientes cuya piel necesita ayuda mecánica para desobstruirse.
En ningún caso recomendamos:
-
Realizar limpiezas faciales profundas sin diagnóstico previo.
-
Realizarlas en pieles sensibles o en brotes agudos de acné inflamatorio.
-
Sustituir los tratamientos médicos necesarios por limpiezas cosméticas.
La limpieza facial bien indicada es una herramienta útil, pero nunca la solución completa al acné. Solo un dermatólogo puede valorar si, cuándo y con qué frecuencia debe realizarse, y qué técnica es la más adecuada según el estado clínico de la piel.
Referencias
1.Stringer, T., Nagler, A., Orlow, S. J., & Oza, V. S. (2018). Clinical evidence for washing and cleansers in acne vulgaris: a systematic review. Journal of Dermatological Treatment, 29(7), 688-693.
2.Del Rosso, J. Q. (2013). The role of skin care as an integral component in the management of acne vulgaris: part 1: the importance of cleanser and moisturizer ingredients, design, and product selection. The Journal of clinical and aesthetic dermatology, 6(12), 19.
Preguntas frecuentes a la Dra Fernández-Guarino sobre la limpieza facial
¿Qué es una limpieza facial y para qué sirve?
La limpieza facial es un procedimiento estético o médico-estético que tiene como objetivo mejorar la salud y el aspecto de la piel, eliminando impurezas, células muertas, exceso de sebo y comedones. En dermatología, se emplea como apoyo al tratamiento del acné comedoniano y para optimizar la respuesta a los tratamientos tópicos.
¿Puedo hacerme una limpieza facial en casa? va aquí
Una limpieza facial básica sí puede realizarse en casa con una rutina adecuada: higiene diaria, exfoliación suave una o dos veces por semana, y uso de mascarillas no comedogénicas.
Sin embargo, la extracción manual de comedones no debe realizarse en casa, ya que mal ejecutada puede provocar infecciones, lesiones o marcas. La limpieza facial profunda debe quedar en manos profesionales.
¿Dónde acudir para una limpieza facial?
Si tienes acné, poros dilatados o piel grasa, lo ideal es acudir a un centro especializado con supervisión dermatológica.
¿Cuándo está indicada una limpieza facial?
La limpieza facial está especialmente indicada en los siguientes casos:
-
Acné comedoniano (puntos negros y blancos)
-
Pieles grasas con poros obstruidos
-
Como complemento a tratamientos médicos dermatológicos
-
Pieles normales expuestas a contaminación, estrés o alteraciones hormonales
Debe evitarse en casos de acné inflamatorio activo, rosácea o piel muy sensibilizada, salvo indicación médica.
¿Qué tipos de productos se utilizan en una limpieza facial?
Los productos varían según el tipo de piel y el objetivo del tratamiento. Se pueden emplear:
-
Limpiadores suaves sin jabón ni sulfatos
-
Ácidos exfoliantes (salicílico, glicólico, mandélico)
-
Mascarillas purificantes, calmantes o hidratantes
-
Ingredientes como niacinamida, zinc o aloe vera para pieles sensibles
-
En tratamientos médicos, pueden incorporarse retinoides tópicos bajo prescripción dermatológica
¿Cada cuánto se recomienda una limpieza facial?
-
Limpieza facial convencional: cada 4-6 semanas como mantenimiento en pieles sanas
-
Limpieza facial profunda: cada 4-8 semanas si hay acné comedoniano activo, ajustando la frecuencia según la evolución
En pieles sensibles, la periodicidad debe valorarse individualmente para evitar efectos adversos.
La Dra Fernández-Guarino es dermatóloga y ejerce con su equipo de dermatólogos privados en Madrid en su Clínica situada en el Barrio de Salamanca. En Madriderma somos dermatólogos clínicos generales y con experiencia capaces de abordar cualquier problema de piel y ayudarte en su solución.



